El Gobierno prevé aprobar hoy el megacontrato del moderno blindado VAC que se fabricará en Trubia

Con ello, según recoge el portal Infodefensa, el Ministerio de Defensa dará continuidad al nuevo plan de inversiones valorado en 20.000 millones de euros. También se espera que el Consejo de Ministros dé luz verde hoy a los dos buques hidrográficos de la Armada -por más de 160 millones- y a la modernización de los carros de combate Leopard 2E -fabricados también en Oviedo-. En el caso específico del VAC, el Gobierno ya había aprobado en abril el techo de gasto y plazos del programa: 1.970 millones de euros entre 2023 y 2035.

Las empresas no empezarán de cero para la ejecución de este encargo. Santa Bárbara lleva más de un año adelantando el trabajo. Fue en diciembre, aprovechando el acto de entrega de las siete primeras unidades del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón a Defensa en Sevilla, cuando el consorcio presentó a las autoridades gubernamentales y militares su prototipo para el VAC.

Se trata de un enorme blindado basado en el archiconocido Ascod de Santa Bárbara -denominado Castor o Pizarro por las tropas españolas- con un peso de entre 38 y 42 toneladas, ocho metros, tres de anchura y 2,4 de alto (sin contar la torre), dotado con un sistema de misión modular, abierto y escalable, con un potente blindaje similar al del 8x8 -que también se fabrica en Trubia- y los últimos sistemas de alertadores láser, ayuda a la conducción y conciencia situacional. Un blindado del futuro en el presente.

Otro de los motivos por los que Tess Defence -sobre todo, Santa Bárbara- no empezará de cero es porque la fábrica de armas de Trubia ya tiene una línea de producción de vehículos a cadenas plenamente operativa gracias a encargos como el del Ajax para las tropas británicas, el Ascod de Filipinas o el Castor para las tropas españolas. Todos estos vehículos comparten la base de la que surgirá el novedoso Vehículo de Apoyo al Combate si finalmente el Ministerio de Defensa cumple su promesa y adjudica el contrato a Santa Bárbara, Indra, Sapa y Escribano.

Un vehículo que las empresas que conforman el consorcio han estado presentando durante los últimos meses como capaz de generar «empleo de alta cualificación» e «incrementar la capacidad productiva» en Asturias, Andalucía o Madrid -entre otras comunidades autónomas-; «vertebrador del territorio nacional»; con autoridad de diseño española; y, por último, potencialmente «exportable» a través de programas futuros en otros países que también deben «jubilar» sus viejos acorazados. Tan vetustos como que algunos de ellos son de la guerra de Vietnam.

No en vano, España cuenta actualmente con 1.300 unidades de los antiguos TOA -tienen más de cincuenta años- que serán objeto de sustitución y Defensa ya estudia la forma y plazos para ir retirándolos del servicio. El VAC será el recambio de estos, aunque en principio el contrato prevé fabricar tantas unidades como las que se tienen ahora mismo del TOA.

En cuanto a las posibles configuraciones, hace poco más de un mes, durante la celebración de la Feria Internacional de Defensa y Seguridad (Feindef), el consorcio presentó en Madrid la versión portamortero del blindado. Esta tendría una tripulación de cuatro personas, una torre con mortero de 120 milímetros y su propia estación de armas, entre otros sistemas. Además, podría efectuar hasta diez disparos por minuto en diferentes situaciones.

El VAC, de caer finalmente en la villa cañonera, se trataría de un revulsivo que reforzaría aún más si cabe la carga de trabjo de una factoría que pocas veces en su historia ha sumado tal cantidad de megacontratos de armamento al militar al mismo tiempo. Uno que llegría apenas tres años después de que Defensa adjudicase a Tess el VCR 8x8 Dragón por 2.100 millones de euros. Los blindados del Ejército tienen sello de calidad trubieco.