Inutilizan el reloj de fichar de la Policía Local de Oviedo antes de que entre en servicio

'¿Quis custodiet ipsos custodes?'. De Juvenal, el poeta romano autor de las 'Sátiras' que dejó para la posteridad la pregunta de '¿quién vigilará a los vigilantes?', apenas se sabe nada. Tampoco de quién o quiénes, de entre los funcionarios municipales autorizados a entrar en el edificio de Seguridad Ciudadana del camino de Rubín, han inutilizado el reloj de fichar apenas unos días después de que Personal anunciase que pondría en marcha el sistema de control de accesos. Fuentes de la concejalía de Seguridad señalaron que será difícil o casi imposible averiguar quién dañó el dispositivo con una herramienta metálica y confirmaron que el lector de huellas no se reparará hasta que no se instale un sistema de videovigilancia que prevenga de futuros ataques.

El Ayuntamiento se vio obligado a instalar el equipo a raíz de una denuncia de la sección sindical de CSI. Ante la evidencia de que el personal del área incumplía la obligación de fichar, Abogacía Consistorial ordenó allanarse a la demanda hace casi cuatro años. Sin embargo, ni Personal ni Seguridad Ciudadana han conseguido poner en marcha el sistema en los casi 1.200 días transcurridos desde entonces.

Cuando CSI solicitó la ejecución del acuerdo extrajudicial en 2016, el Ayuntamiento esgrimió el contrato para la compra de los equipos, que tres años después siguen sin entrar en servicio. El resto se ha consumido en trámites poco aclarados como la necesidad de crear una base de datos protegida con los registros biométricos de los agentes que al Ayuntamiento le ha llevado más de tres años. Solo tras el acuerdo con los sindicatos para recuperar la jornada laboral de 35 horas, Personal se atrevió a anunciar que los policías locales comenzarían a fichar.

Todo un poco tarde. De hecho es obligatorio desde 1983. «Todos los funcionarios y empleados públicos tendrán obligación de fichar al entrar y salir del centro de trabajo, tanto al comienzo y final de cada jornada, como en toda ausencia y retorno durante la misma», dice la instrucción sobre la jornada laboral en el sector público. Claro que policías y bomberos pasan control presencial al inicio de cada turno, lo hace el mando responsable; pero si este hace la vista gorda o los funcionarios bajo su mando se escaquean, poco hay que hacer.

De hecho, el pretexto de la instalación de cámaras como paso previo a la puesta en servicio del sistema de control de la jornada laboral que esgrimió Seguridad Ciudadana, ya lo utilizó hace tres años para explicar en el juzgado la demora en su implantación.

El personal de Seguridad -Policía Local y Bomberos- supone más de la mitad de los funcionarios municipales. En lo que va de mandato, el equipo de gobierno, previo acuerdo con los sindicatos, ha implantado para los primeros un nuevo turno que equivale a siete días de trabajo y siete de descanso y, para todos, aprobado la recuperación de la jornada laboral de 35 horas semanales desde enero. A cambio, Personal ha eliminado los 15 minutos de cortesía (para los que fichan) y suprimido las 55 horas de reducción de jornada en verano y los cinco días 'griposos', que permitían a los trabajadores ausentarse de sus obligaciones sin necesidad de presentar justificante.

No debe ser suficiente. La mayor parte de las secciones sindicales lleva en su programa para las elecciones de la próxima semana recuperar el horario de verano e implantar la carrera profesional horizontal, esa que te paga más por seguir siendo tú mismo y haciendo el mismo servicio público.