Montecerrao y La Florida son los barrios que reciclan «más y mejor»

El actual equipo de gobierno ha aumentado sus esfuerzos para continuar entre los tres municipios asturianos con una mayor tasa de reciclaje. Actualmente, la capital de Principado, en segundo puesto, por delante de Gijón, separa algo menos de un tercio de la basura generada, el 22%. Pero pronto esta cifra podría crecer sustancialmente con la «debida colaboración ciudadana» y un sistema de recogida selectiva al que se le añada también el de la materia orgánica. Oviedo ya ha iniciado la campaña promocional del cubo marrón en todo el municipio, y se convertirá en el primer concejo en reciclar este tipo de residuos con el sistema puerta a puerta.

Según la concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos, Ana Rivas, «cada año se produce un aumento general de las cifras de reciclaje en el municipio». Algo que, según sus palabras, se da «gracias» a una mayor concienciación entre la ciudadanía. Y destacó, además, los ejemplos de Montecerrao y La Florida, «los dos barrios de Oviedo donde se recicla más cantidad y mejor». Dos zonas urbanas en las que, como afirmó la edil, «se había diseñado un programa piloto de reciclaje que no fue necesario implantar».

Así, el recipiente marrón pronto será realidad en todas las casas de los ovetenses después de meses de trabas administrativas y anuncios municipales. El Ayuntamiento incorporará el quinto contenedor para el reciclaje de residuos orgánicos a partir del 1 de abril. El aumento del servicio no supondrá un incremento de la tasa pública que la Corporación cobra por la recogida de basuras. Se tratará -al menos, al principio- de un servicio voluntario y gratuito.

Actualmente el Consistorio destina una partida presupuestaria de 9,4 millones de euros al año para la recogida de basuras, cifra que aumentará en 770.000 euros anuales con la implantación del cubo marrón. Como expuso la edil socialista, se trata de una medida que representa un avance «muy significativo» para incrementar la tasa de reciclaje del municipio, que roza el 22%. Según las exigencias de la Unión Europea, la tasa debe situarse en al menos el 50% para el próximo año 2020. Y es que, en ese sentido «la recogida selectiva de la materia orgánica nos ayudará a acercarnos a esa cifra, ya que solo esta representa el 40% de los residuos que se generan», declaró Rivas.

En 2018 la ciudad generó 80.006 toneladas de basuras, de las que se separaron 3.259 toneladas de envases, 5.932 de cartón y 3.797 de vidrio. El resto, 67.016 toneladas, aunaba la materia orgánica, casi la mitad del total, y la fracción no reciclable correspondiente al cubo negro, que se mantendrá colocando en el servicio puerta a puerta con las salvedad de que los vecinos decidirán si sacarlo junto al marrón cuando toque o no.

Por otra parte, la proliferación de ayudas al reciclaje de estos últimos años y la venta de la basura separada reportan ingresos a la ciudad que antes, cuando se contrató el servicio con la empresa FCC, no existían. Una cifra de casi 1.360.000 euros el pasado año que podría aumentar de cumplir los objetivos que marca Europa.