«En pandemia cada concierto es un premio, un regalo de vida»

A Andrés Suárez (Ferrol, 1983) Madrid no le ha conseguido robar el acento. Actuará esta noche en el Auditorio, con un nuevo disco debajo del brazo que lleva su nombre y que muestra su cara más desconocida: la suya propia. Un álbum en el que habla de amor y de vida, y en el que narra «con crudeza», explica a EL COMERCIO, cosas como las que ocurrían en las rías gallegas de madrugada y que se llevaron a uno de sus amigos, con 15 años, de sobredosis.

-¿Con qué ánimo llega a la ciudad?

-Sé que no es el momento para decir que uno es feliz, pero las previsiones era que empezase a tocar a finales de 2021. Ahora, en pandemia cada concierto es un premio, un regalo de vida. No voy a magnificarlo como si fuese el último, pero sí como una celebración de algo, de cultura segura, porque lo es.

-¿Es usted uno de esos a los que el confinamiento ha convertido en mejor persona?

-Ni salimos mejores ni somos más buenos. Hay gente que demostró que su patria es el dinero y que nunca dará nada a los demás. Somos trece en mi equipo y algunos están vendiendo instrumentos para poder comer. La situación es un drama.

-¿La cultura es segura?

-Sí, y voy a luchar porque tantas y tantas familias, cientos de miles, vuelvan a poder llevar comida a sus casas, siempre y cuando sigamos cumpliendo las medidas.

-¿Cuál es el secreto para sacar hoy en día un disco y que aún se venda?

-No lo sé, pero tampoco me gustaría tenerlo. Defiendo el formato físico. Los discos, como los libros, huelen a algo.

-¿'Todavía puedo oírte' está escrita para hacer llorar o también para sacar los colores en determinadas caras de Galicia?

-Podrían ser ambas cosas. En Galicia, por injusticia geográfica, uno conoce profundamente lo que sucedía de madrugada en las rías. Esta canción es profundamente verdad y duele mucho, pero esas son las que interesan.