Tres retrasos y un «¡qué cabrón!» de Luis Pacho

El Pleno de ayer fue madrugador. Los veintisiete concejales estaban citados a las nueve y cuarto de la mañana pero hubo quien se incorporó con retraso. Los ediles Ricardo Fernández (PSOE), Ana Taboada (Somos) y Eduardo Llano (PP) no llegaron a la primera votación. Pese a todo, se aprobó por mayoría la gratuidad en el autobús urbano para los menores de trece años y otros colectivos. «Veintisiete menos tres son veinticuatro votos a favor», contabilizó Wenceslao López en alto.

Una vez reunidos todos, los ediles arrancaron el debate sobre las ordenanzas fiscales del próximo año. Las críticas y los reproches se sucedieron a lo largo de toda la sesión. El momento más tenso se produjo en los últimos diez minutos. El concejal de Economía y Empleo, Rubén Rosón, dejó caer que el portavoz de Ciudadanos, Luis Pacho, no hace bien su trabajo y este le contestó con un «¡qué cabrón!» fuera de micrófono que escuchó toda la sala. También le acusó de «mentiroso» cuando defendió el IBI diferenciado. Y alguna cosa más entre dientes. Tras este rifirrafe, el popular Gerardo Antuña reprochó al alcalde los supuestos excesos de Rosón con los tiempos de intervención. El socialista le rogó silencio y este le retó a echarlo. Se quedó.