Trubia 'jira' para cerrar las fiestas de la Fábrica

A la sombra de la fábrica de armas, el histórico pulmón de Trubia, en Oviedo, caminaban los romeros de la localidad que 'jiraron' al parque de Cataluña para celebrar el día grande de las fiestas de la Fábrica, con bollos preñaos, empanadas, tortillas de patata y todo número de clásicos gastronómicos de la Asturias disfrutona maridados con vino y sidra. Más de un centenar de personas que a las cinco de la tarde salieron de la plazuela precedidos por la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo, dirigida en esta ocasión por Vicente Prado, 'El Pravianu'. Tras recorrer la distancia que separaba el lugar de salida y el de llegada, los romeros, ataviados con camisetas de llamativos colores y el pañuelo naranja de la fiesta anudado al cuello, se desperdigaron por el parque mientras en el cielo restallaban sin cesar un gran número de voladores.

Rubén Arias, 'Cundo', presidente de la asociación de festejos, hizo balance de los cuatro días de celebraciones con la tranquilidad del deber cumplido. «Más o menos mantenemos la asistencia de otros años. Estas fiestas son muy familiares y de reencuentro entre amigos. De hecho hoy lo que más se encuentra en el prao son grupos de amigos».

Las fiestas de la Fábrica celebraron su día grande en lunes porque era esa lunes de julio cuando tradicionalmente en la fábrica de armas se daban las vacaciones: «Los trabajadores salían de trabajar y celebraban con sus familias la jira campestre».

Tras esconderse el sol, y más en un valle estrecho como el del Trubia, los romeros en bloque volvieron a la plazuela de la localidad después de haber acabado con las viandas para terminar la fiesta con la orquesta Cuarta Calle y el Dúo Sensación. Ya de madrugada los sonidos y las luces fueron desapareciendo a la espera de las fiestas de 2026.

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