Posturas diferentes: el sexo desde otra perspectiva
Si es cierto que «en la variedad está el gusto» y que a veces, es necesario, «renovarse o morir», en esto de las relaciones íntimas seguro que queda todo un mundo aún por descubrir...
Muchas son las ventajas que se achacan a una u otra postura sexual, encontrando diversos estudios sobre el tema que achacan a la facilidad para llegar al orgasmo la originalidad, incluso la pérdida de peso los efectos positivos de la culminación del acto sexual desde una determinada perspectiva. Pero hoy nos vamos a detener en aquellas posturas que son clave para poder explotar tanto el placer como el contacto con tu pareja, en un momento en el que la distancia física marca las relaciones con todas las personas con las que no convivimos.
1. La cucharita. Es una de las posturas que, además de a la hora de mantener una relación sexual, es muy famosa a la hora de conciliar el sueño. De hecho, se dice que las personas nos dividimos en dos tipos: aquellas a las que les gusta dormir en soledad, sin ningún tipo de contacto físico, y las que no logran conciliar el sueño sin un buen abrazo, aunque sea el de la almohada.
2. La rana o la tijera. Esta postura te permite mirar a tu pareja a los ojos, sin dejar de mantener el contacto casi con ninguna parte de tu cuerpo. Ya sea por penetración o por masturbación recíproca, lo cierto es que se trata de una postura que se hizo muy famosa a la hora de practicar el sexo en lugares públicos (pues permite dejar poco al descubierto y estar sentados, por ejemplo).
3. El misionero. Es una de las posturas más conocidas y, posiblemente, practicadas a lo largo de la historia, incluso se ha llegado a decir en ocasiones que es la mejor forma de quedarse embarazada, pero no hay datos científicos que prueben esta teoría. Lo que sí es cierto es que permite un contacto casi total con la pareja sexual, en lo que es un ejercicio perfecto para conocerla y saber qué es lo que le gusta.