'La vieja guardia 2' y 'Jefes de estado': cine de acción de estreno en el sofá de casa
Dos películas de acción inéditas, con escenas espectaculares, se estrenan en plataformas sin pasar por las salas de cine
Las plataformas en streaming no se cortan a la hora de estrenar directamente, sin que pasen por la casilla de salida del tablero del circuito ... de exhibición cinematográfica tradicional, léase presencial, producciones de gama alta, películas con un empaque visual que piden su lanzamiento en pantalla grande, pero rara vez visitan las salas, como mucho testimonialmente, con un número escaso de copias en circulación. Choca especialmente esta decisión cuando son filmes de acción, con un casting compuesto por rostros conocidos y escenas espectaculares que no se disfrutan igual en un televisor, por mucho que nos intenten convencer de lo contrario las compañías tecnológicas con el cometido de vendernos lo último en Smart TVs. Asumida esta discutible maniobra de marketing, con muchas incógnitas sobre la rentabilidad de una obra que ve la luz desaprovechando algunas ventanas de distribución, ahora nos topamos, además, «con películas que quieren ser series». Es decir, van por entregas y cuando llegan los créditos finales, te dejan en ascuas, a la espera del siguiente capítulo para conocer la concusión de la historia fragmentada. Ha pasado con franquicias como 'Fast & Furious', 'Misión imposible' o la reciente '28 años después'. Cuando ocurre en Netflix, o cualquier otra compañía online, con un gran cliffhanger en el «the end», a la espera de una futura continuación en formato largo, llama especialmente la atención. 'La vieja guardia 2', un título que ha tardado en contar con una segunda parte –cinco años, nada más y nada menos-, practica un llamativo «coitus intrruptus» en su último minuto, dejando las puertas a una reanudación de la ficción que debería de ser prácticamente inmediata, a riesgo de perder el foco.
'La vieja guardia 2', con dirección de la televisiva Victoria Mahoney ('You', 'Claws'), basada en las superiores viñetas de Greg Rucka y Leandro Fernandez, pretende convertirse en una saga, pero es difícil asimilar esta intención como una buena noticia y no un problema. De entrada, ¿quién se acuerda del proyecto predecesor? Un lustro después, hace falta refrescar al espectador, probablemente despistado. Si, para colmo, dejamos al posible público en ascuas, después de 105 minutos que se pueden resumir en un guion de un folio de extensión, mal vamos. Charlize Theron, que probablemente ya viene cansada de dejarse ver y pegar patadas en 'Fast & Furious', protagoniza un relato de aventuras perezoso, que recuerda inevitablemente a la mítica 'Los inmortales'. Los protagonistas son seres humanos eternos, a los que es imposible matar. Llevan siglos vagando por el mundo, intentando protegerlo de amenazas sobrenaturales. Hay rencillas entre los miembros de este peculiar grupo de héroes con la capacidad de regenerarse cuando les cortan la mano o les pegan un tiro en el vientre. Unos se llevan mejor que otros, pero todos actúan al unísono frente a la adversidad, bajo las órdenes del rol interpretado por Theron, cuya filmografía se ha estancado últimamente en producciones comerciales poco originales. Muy atrás queda el Oscar por 'Monster'.
Vivir para siempre
La nueva entrega de 'La vieja guardia', disponible en Netflix, cuenta con una villana de excepción, Uma Thurman. La actriz se pone en modo 'Kill Bill', blandiendo la catana, sin sorpresa ninguna. Lo mejor son las secuencias de acción, comedidas en comparación a otras propuestas en la misma línea. No se exprime a fondo la peculiaridad de los personajes principales, desde un punto de vista físico, aunque algunas peleas brillan, precisamente, por su aparente sencillez. El plantel en general está poco inspirado, encumbrando el inicio de la serie, sin duda más interesante. El regreso no aporta nada y emplea demasiado tiempo para contar poco. Por contra, 'Jefes de estado', una apuesta de Prime Video que tampoco ha pasado por las salas de cine, consigue ofrecer un espectáculo más entretenido, igualmente poco original pero efectivo, quizás porque goza de un presupuesto mayor.
'Jefes de estado' empieza la fiesta, como comedia de acción, en el pueblo español de Buñol, en plena Tomatina. El color rojo predomina, pero no indica que vayamos a ser testigos de un baño de sangre, aunque no falten los tiroteos y las explosiones. El tono es para todos los públicos, casi infantil. Los enemigos caen como moscas pero no de forma estrambótica con salpicaduras a cámara, a pesar de quien asume la dirección, el ruso Ilya Naishuller, un cineasta del que se puede esperar más salvajismo en pantalla. Su filmografía abrió fuego con la hipervitaminada 'Hardcore Henry', una sucesión de adrenalíticas imágenes que emulaban un videojuego inmersivo. Un shooter en carne y hueso, donde se brindaba al espectador la oportunidad de vivir la aventura como si formase parte de ella, con sus propios ojos, a un paso de la realidad virtual. Una clara muestra del cine de la generación Go Pro, con planos desbocados, cámara nerviosa, encuadres en gran angular y montaje sin pausa. Después llegó 'Nadie', como si 'Un día de furia' se cruzase con 'Payback', con unos toques de Bourne. Generosa en hemoglobina, no era tan excesiva como 'John Wick', más irónica e impredecible.
El mayor reclamo de 'Jefes de estado', cuya estética contiene algunos ramalazos visuales de los filmes mentados de Naishuller – lo mejor del conjunto-, es su reparto principal, con John Cena e Idris Elba liderando un show consciente de su condición de buddy movie. Los dos personajes protagonistas, el presidente de EE.UU. y el primer ministro de Reino Unido respectivamente, se llevan fatal pero están condenados a entenderse si quieren sobrevivir a un complot internacional que lidera un traficante de armas ruso al que da vida el gran Paddy Considine –maravilloso en 'Tierra de mafiosos'-. Hay humor de contraste, inevitablemente, mientras se busca el gag con la idea de que el dueto que lleva el peso de la historia no son héroes de acción, más bien todo lo contrario. Hay peleas divertidas y secuencias de alto voltaje al ritmo de Beastie Boys y Mötley Crüe. También salen en pantalla Priyanka Chopra ('Citadel') y Jack Quaid ('The Boys').
Posicionada por encima de 'G20', también estrenada directamente este año en Prime Video, con una premisa con puntos en común, 'Jefes de estado' incluye un bochornoso doble discurso final, como mandan los cánones, con un tufillo pro-Otan que tira algo para atrás. Hay giros previsibles sobre quién es el malo infiltrado y se acumulan las casualidades cuando toca resolver conflictos, viajando por varios escenarios perdidos por el mundo. En general, los personajes hablan demasiado, al servicio de un guion tan bravucón como tontorrón, con chistes de plantilla. Se echa en falta más meneo y locura, sin desmerecer lo que acontece en pantalla porque, aceptando los irregulares movimientos sísmicos de la cartelera en época estival, estamos ante uno de los títulos del verano (en el calor del hogar).
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