Juan Echanove y Ricardo Gómez pintan el arte y la vida de 'Rojo'

Todo comenzó hace algo más de ocho años. A las manos de Juan Echanove llegó una propuesta que inmediatamente despertó su interés. Pero no era el momento, se veía a sí mismo en el papel de Rothko, pero no tenía claro quién podría ser Ken. Pasado el tiempo vio la luz y 'Rojo' se abrió paso con Ricardo Gómez en el rol del ayudante del pintor. John Logan firma el texto que dirige el propio Echanove -aunque inicialmente iba a hacerlo Gerardo Vera- y que tiene función doble en Asturias: hoy en el Palacio Valdés de Avilés y mañana en el Jovellanos.

«Rothko es un personaje muy complicado, pero tiene un espectro de matices para la interpretación tan grande que lo hacía un reto. Estaba dentro de lo que yo acostumbro a hacer, pero era un salto al vacío muchísimo más potente, con muchísimas menos medidas de seguridad. Esto era ya hacer trapecismo sin red y a mucha altura», afirmó el veterano actor en una de las entrevistas realizadas para promocionar este montaje.

No es un personaje fácil; más bien al contrario, es un ser controvertido que para hacerlo de carne y hueso requería toneladas de esfuerzo, magia, adrenalina... Pero el reto merecía la pena, el sacrificio era obligado. «Rothko era alcohólico, bipolar, un ser enormemente creativo, decepcionado, envidioso, soberbio, huraño y absolutamente despectivo con la generación que le iba a suceder. Odioso, en definitiva. El personaje que interpreto es un maltratador, un tipo que si te lo encuentras en una reunión, yo lo mato a hostias», afirmó para 'El diario de Ibiza'. Confesaba entonces que soltar tal volumen de crueldades exige concentración y genera un cierto dolor.

Pero los aplausos todo lo curan. Y su querido Ricardo Gómez se lo perdona todo sobre el escenario a quien fue su tío en la ficción de la longeva serie 'Cuéntame', que ambos han abandonado ya. «Juan es una bestia, un animal escénico. Es muy espectacular ver cómo alguien puede dominarlo todo simplemente estando», ha dicho el joven actor al que hemos visto crecer en pantalla en la piel de Carlos Alcántara.

Él dibuja otras pinceladas bien distintas a las que plantea Mark Rothko con todas sus convicciones; él pone el contrapunto para sacar a la luz las contradicciones, para mirar al ser humano y al arte desde otro ángulo. «El mayor acierto de John Logan para mí es que no busca hacer una función sobre un héroe ni sobre un genio y ensalzarlo, sino que nos habla de las miserias de este hombre. Nos habla de cómo realmente este tío era un tirano, no nos saca lo bueno de él. Todo el mundo tiene acceso a lo bueno, es decir, su obra, los maravillosos cuadros que pintaba. El acierto de Logan es que coge al ser humano y, además, lo enfrenta a sí mismo, al vértigo del precipio», afirmaba Ricardo Gómez en otra entrevista.

Todo lo dicho sale a escena a partir de una peripecia conocida de la biografía del artista, que recibió un encargo para hacer unas obras para el Four Seasons de Nueva York. Se anunciaba una cantidad astronómica para pagar al artista, que finalmente dijo no al dinero y se quedó los murales. Hoy en día estos se hallan en la Tate de Londres. Pero esa historia es solo la excusa para contraponer a dos generaciones, a dos maneras de ver la vida y el arte con las palabras escritas por Logan, guionista de éxitos como 'Gladiator', Skyfall' o 'Alien: Covenant' que ha llevado 'Rojo' por distintos escenarios del mundo.