Guía completa para no perderse la Noche Blanca de Gijón

Porque es imprescindible, necesaria y segura. Porque alimenta por dentro y brilla por fuera y porque, como dice el concejal de Cultura, Alberto Ferrao, no podemos permitir que se detenga.

Por eso y por mucho más esta noche se viste de blanco. Para que las puertas queden abiertas y la cultura se expanda. La pintura, la plástica en todas sus lenguas, la fotografía y la creación instalativa serán la grandes anfitrionas, pero esta Noche Blanca, que suma ya nueve lunas a la causa, iniciada en 2012, se llena de actuaciones de todas las músicas, –clásica, pop, rock, de cámara–, itinerarios guiados por exposiciones, jardines a la luz de las farolas, visitas teatralizadas, encuentros con artistas, charlas, incluso proyecciones cinematográficas y performance. Nada se queda fuera de esta celebración del hecho creativo desplegada por espacios públicos y privados, por museos, centros de cultura y galerías de arte, con un programa de actividades que no deja de crecer en ambición, ni olvida una sola manifestación artística.

Todo se parece a otras Noches Blancas. El comienzo de las citas, al borde del horario que otro día sería de cierre. El final, que rozará la madrugada. Las inquietudes, la nocturnidad, la alevosía. Pero nada será igual. Porque ésta no espera ni quiere hacer llenazos, ni fiestas callejeras, por muy sosegadas que sean. Esta Noche Blanca, de este 2020 extraño, pide ir poco a poco, sin superar aforos y por eso cada visita deberá ser anunciada.

Todas las actividades que reproducimos minuciosamente en estas dos páginas requieren inscripción previa. Sin ella la mirada se puede acercar, pero deberá quedarse fuera de la veintena de espacios donde todo está ya previsto. Uno, incluso, llama a participar de ese modo. Se trata de la galería Adriana Suárez, que presenta una alegoría del coronavirus, que solo se puede observar desde el escaparate.

El resto, las otras siete galerías que aprovechan esta cita para encarar la nueva temporada expositiva, sí esperan encuentro, pero ordenado, con todas las medidas de seguridad establecidas por la situación sanitaria. Participan de esta especial celebración de la cultura ATM, que ha organizado varias visitas presenciales y 'online' en torno a la obra de Ixone Sábada, su invitada en las naves de Deva; Aurora Vigil-Escalera, que tiene un invitado de lujo, el maestro Luis Gordillo, quien acudirá a la galería de Capua en pantalla grande para hablar de su obra; Bea Villamarín, que reunirá a su nómina de artistas en una colectiva y propone una revisión del mito en el arte, en una de las muchas charlas que se han programado para esta noche. Cornión opta por la pintura de Marcos Tamargo, que ofrecerá un recorrido guiado por sus obras. En la sala de la calle de La Merced se escuchará también la música de la guitarra de Armando Orbón. Espacio Líquido cuelga la obra de Rafael Fernández Avilés y propone también una reflexión sobre sus líneas a cargo de sus comisarios. En el espacio de Jacobo Olañeta habrá también una actuación de danza y un concierto. Como en la galería Gema Llamazares, en la calle Instituto, donde la música será otra invitada especial, entre las pinturas soñadas de Helena Toraño, que guiará un recorrido por sus colores. LaSalita cierra la aportación privada a esta Noche Blanca con un programa no doble, sino triple de música. El espacio de Manuel Llaneza cuenta, además, con el proyecto expositivo de Martín Supercolores, ganador del IX Premio LaSalita.

Y con las salas de arte los espacios públicos. El Centro de Cultura Antiguo Instituto ofrece itinerario guiado por la obra del fotógrafo Eamonn Doyle y concierto de música; las Termas Romanas de Campo Valdés regresarán a su propio pasado para seguir lo pasos de Primo Aruntino, quien fue excepcional testigo de la vida social de la ciudad con sus negocios, traiciones y pasiones secretas.

En la Casa Natal de Jovellanos, además de un acercamiento a los aposentos del ilustrado, habrá una parada especial en la exposición 'Mujeres en la colección del museo', que vindica sus pinceles silenciados. En el Museo Piñole, los que se hayan inscrito a tiempo, podrán realizar una yincana teatralizada y participar en una 'escape room'. Y todo siguiendo las pistas de una maleta que pudo pertenecer al pintor gijonés que más se retrató a sí mismo.

En el museo del Ferrocarril se encenderán las locomotoras y en el Evaristo Valle las farolas, para pasear por los jardines escultóricos, también con un guía especial. En LaboralCentro de Arte espera miradas una performance de Laura Fjäder y en la Colegiata de San Juan Bautista, audición musical y proyección cinematográfica. Todo por una noche que se antoja blanca y todo por una causa que se necesita infalible. Misión, que la cultura siga corriendo por las venas de la ciudad y se transfunda a sus habitantes.