Olimpia Oyonarte: «Un museo como espacio escénico es muy interesante»

–Muy sugerente el tren, no deja de ser un baile su traqueteo. ¿Cómo llega a esta pieza?

–Hice una primera pieza de danza en la Ciudadela. Parto un poco de llevar danza a diferentes museos y espacios de la ciudad, porque no solamente se va a hacer una pieza que se represente hacia el público, sino que también se pueda integrar en los diferentes lugares. Y evidentemente el movimiento de los trenes ya evoca los viajes, es una metáfora no solo de un viaje externo sino también interno. Digamos que yo juego un poco con el simbolismo de los trenes, de toda la arquitectura para contextualizar la pieza y la dramaturgia que cuento.

–¿Cómo se creó una coreografía como esta?

–Se desarrolló en la residencia artística de San Andrés de Cornellana de enero a junio, ahí he creado mi pieza con música de viola y piano en directo. En ese tiempo he ido visitando el museo para ver desde dentro la logística del movimiento de trenes, advertir de qué manera se puede integrar la obra allí. Me he fijado en la iluminación, las horas del día y la luz y he buscado integrar las máquinas de vapor a la representación.

–¿Qué será lo que veamos?

–La pieza dura treinta minutos e integramos una de las máquinas que se va a mover y a mí me lleva, yo voy viajando, me bajo y ahí empieza la parte artística con la música en directo. La narración y la viola es Amaya Arnáiz y me acompaña a la voz y el piano Sonia Cartón. La coreografía es una fusión entre danza española y contemporánea, lo que hace es mezclar música clásica, danza y la narración, con textos escritos originales basándose en esa idea de los trenes, los viajes y el encuentro con una misma. Es la alegoría del tren con ese viaje que cada persona hacemos internamente a lo largo de nuestra vida. Dentro de que los textos son muy simbólicos, creo que cada persona puede también sacar una lectura, que te conecte a tu momento presente.

–¿Tiene plan de seguir recorriendo todos los museos?

–La idea es que se pueda adaptar a sala y seguir investigando en otros espacios culturales de Gijón, llevar la danza a los museos y a cantidad de equipamientos que hay en la ciudad y hacer este intercambio entre la danza y lo que nos cuenta el museo.

–Es una andaluza en Gijón. ¿Cómo ve la danza por aquí?

–Veo bien la danza contemporánea y el flamenco también. Se está dando espacio a estos estilos, que están presentes. Se hace un buen trabajo.

–¿Qué más planes tiene?

–'Raíles' va estar también en Danza Xixón y querríamos que llegue a otros concejos y seguir creando nuevas producciones.

–Está también con La Federica.

–Soy coreógrafa de La Federica. Es un trabajo muy divertido. A mí me gusta muchísimo trabajar con infancia, también en la parte docente. Tiene su singularidad trabajar en ópera respecto a hacer coreografía para danza. Esto es diferente, más orientado a la escena y lo que está sucediendo en ella. Ahora el 19 de octubre estrenamos 'El barbero de Sevilla'. Yo soy parte del ballet de la ópera grande y coreografío la adaptación infantil con La Federica.

–¿Se vive pues de la danza en Asturias?

–Hay que trabajar y compatibilizar, pero sí.