Un fin de semana para los noctámbulos
Gijón y Oviedo celebran la Noche Blanca y el Museo de la Mina de Arnao lleva a los visitantes al siglo XIX
Acostarse pronto no va a ser fácil este fin de semana y, aunque suene raro, no será culpa de la fiesta, sino del arte. El viernes Gijón celebrará su Noche Blanca, con treinta y tres propuestas culturales, que se repartirán por diecisiete espacios diferentes porque los museos y las galerías abrirán sus puertas hasta la madrugada para que todos los asturianos lo vivan y, sobre todo, lo disfruten. Habrá conciertos, exposiciones, cuentacuentos, talleres, yincanas y muchas ideas más que harán que en la ciudad se respire arte.
El mismo que se sentirá en Oviedo el sábado porque, por allí, también empiezan el otoño con fuerza. En su caso serán 45 actividades en un total de cuarenta escenarios, lo que suponen quince horas de programación ininterrumpida para ver, oír y tocar un poco de todo lo que sale de las mentes de los creadores.
Pocas ganas quedarán de dormir después de tal subidón artístico, así que se puede continuar sintiéndose en la noche, gracias al Museo de la Mina de Arnao. Allí el sábado (11, 12 y 13) se podrá hacer un regreso a la mina tal y como era antaño, en las mismas condiciones de luz y de humedad. La electricidad desaparecerá y tocará adaptar la vista y el instinto al siglo XIX.
Y, para cuando apetezca volver a nuestros tiempos, siempre es un buen plan acercarse al autocine, comprarse unas palomitas y ver el regreso a la gran pantalla de 'Avatar'. Las proyecciones serán a las 22.30 y durarán bastante porque la película es de dos horas y cuarenta minutos. Da igual, porque el tiempo pasa rápido cuando uno está entretenido, eso sí: al día siguiente tocará aspirar los restos de la noche de cine del coche.