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Paisaje lunar en Navarra

Paisaje lunar en Navarra

En el límite entre Navarra y Aragón, este páramo seco y desolado es una de las panorámicas más impresionantes que podemos ver en la península

Guía Repsol

Martes, 2 de diciembre 2014, 01:48

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No hace falta viajar hasta África o Estados Unidos para contemplar un desierto de infarto, muy cerca de aquí tenemos un paisaje lunar que corta la respiración: las Bardenas Reales. En el límite entre Navarra y Aragón, este páramo seco y desolado es una de las panorámicas más impresionantes que podemos ver en la península. Se trata del último desierto de Europa y su carácter es tan excepcional que ha servido de escenario para múltiples rodajes de películas y sesiones fotográficas. Aunque puede recorrerse en coche 4x4 también es un destino ideal para hacer rutas de senderismo o bicicleta de montaña. La aventura está garantizada.

El Parque Natural de las Bardenas Reales ocupa un territorio de casi 42.000 hectáreas y está situado a 100 kilómetros de Zaragoza y 25 de Tudela. No contienen núcleos habitados, pero se accede a él desde Arguedas por el este y Carcastillo por el norte.

Tres paisajes desérticos en un solo lugar

Una vez accedemos al interior de las Bardenas por cualquiera de las dos alternativas, veremos que el parque cuenta con tres panoramas distintos: el primero es el Llano, una meseta aislada y con una erosión muy pequeña; el segundo, la Bardena Blanca, de color blanquecino, que combina las planicies con los barrancos y con los cabezos (montículos extraños y muy característicos de la zona). Finalmente, la Bardena Negra combina mesetas de distintas alturas. Sus increíbles formas han servido como telón de fondo para películas como Acción mutante, Airbag o la del agente 007 El mundo nunca es suficiente, entre otras.

Vistas imprescindibles

Una de las fotos obligadas en el Parque Natural de las Bardenas es la del Castildeterra, imponente momumento natural que parece una pirámide truncada. No tiene pérdida: basta seguir las pistas balizadas de la Bardena Blanca. Luego, para obtener una buena panorámica general de la misma, lo mejor es acercarse al Mirador de Pilatos, ubicado en la Bardena Negra, en las cercanías de la Reserva Natural del Rincón del Bú. Aunque recorrer este paisaje en 4x4 es una experiencia increíble, también podemos probar a conocer las Bardenas a caballo o incluso en segway, una especie de patinete eléctrico de dos ruedas, con la empresa de turismo de aventura Nataven.

Tudela, una ciudad con historia

Bien sea al llegar, o bien al partir de las Bardenas, la población de Tudela es una excursión que no podemos perdernos. A una media hora en coche desde el Parque Natural esta ciudad nos recibe con una interesante mezcla de arquitectura y gastronomía. Con el Ebro siempre en el horizonte, Tudela forma parte de la Ruta Jacobea, tal y como atestiguan las conchas de bronce que se encuentran en el suelo. Además de la catedral y la plaza de los Fueros, es imprescindible visitar el Palacio del Marqués de San Adrián, un gran ejemplo de arquitectura civil renacentista del s.XVI. Actualmente es la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED.

Sugerencias gastronómicas

Siempre es una buena opción aprovechar la visita a Tudela para disfrutar de la gastronomía. Sus cogollos haciendo honor a su fama, son excelentes, del mismo modo que los cardos y las conservas de verduras de la zona, los espárragos, los pimientos, los guisantes y las alcachofas. En ocasiones los encontramos juntos y sazonados en platos como la menestra que sirven en el restaurante del hotel Sercotel Tudela Bardenas (Avenida Zaragoza, 60; 948 410 802), especialista en cocina navarra. También es una buena referencia Treintaitrés, todo un clásico en cuanto a cocción de excelentes verduras (Calle Capuchinos, 7 948 827 606).

Fuente: Guía Repsol

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