Al gijonés Alfredo Suárez solo le quedaban dos años para jubilarse cuando un miércoles, mientras dormía la siesta en una carpintería en un polígono industrial de Oviedo, alguien entró a robar -solo se llevó 150 euros- y lo asesinó. Tras ocho años de investigación, la Policía Nacional logró esclarecer el caso. El acusado, Rubén Fernández, encarcelado por otros robos con fuerza, nunca reconoció los hechos y apareció muerto en su celda de la Cárcel de Asturias. La familia de la víctima sigue buscando
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