Casado se agarra a la justicia para anular el «pucherazo» de la reforma laboral
El PP anuncia que irá «hasta el final» y exige a Batet que no publique el resultado de la votación
Pablo Casado no está dispuesto a renunciar a un triunfo que el PP acarició. El rechazo del Congreso a la convalidación de la reforma laboral hubiera sido una estocada al Gobierno. El líder de la oposición anunció este viernes que su partido va a ir «hasta el final» para subsanar «el pucherazo» que, a su entender, se perpetró al no permitir la presidenta de la Cámara que su diputado Alberto Casero modificara el sentido de su voto tras un supuesto error informático.
El presidente de los populares elevó el tono de su denuncia durante un acto electoral en Soria, y además del «pucherazo parlamentario» que atribuyó a Meritxell Batet, habló de «atropello democrático», «engaño a los españoles», «ataque a la soberanía nacional», «actuación impropia de una democracia desarrollada». Por todo ello, el PP no va a dejar instancia parlamentaria y judicial sin utilizar para cambiar el resultado de la votación. La reforma laboral fue convalidada con 175 votos a favor y 174 en contra, unas cifras que hubieran invertido si Batet hubiera aceptado que el diputado del PP votara de nuevo. Una actitud que, según Casado, podría desembocar en una querella por prevaricación ante el Suoremo contra la presidenta del Congreso.
El líder de los populares cree tener mimbres jurídicos para que su demanda ante el Tribunal Constitucional prospere con los precedentes de una sentencia anterior sobre una votación en el Parlamento vasco y con los acuerdos de la Mesa del Congreso que regulan el voto telemático. Por lo pronto, un juzgado de Madrid ha abierto diligencias tras la denuncia de un ciudadano particular contra la votación del Congreso.
El líder del PP fue la punta de lanza de la ofensiva de su partido. La portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, envió este viernes una carta a Batet para pedir que no se publique en el boletín de las Cortes el resultado de la votación y que tampoco se remita al Boletin Oficial del Estado. Unas horas antes, el propio diputado Casero había entregado otro escrito a la presidenta del Congreso para defender que se había «vulnerado» su derecho al voto y para denunciar que el resultado «no expresa la voluntad popular».
El PP cree a pies juntillas la versión de su diputado a pesar de que los responsables de los servicios informáticos del Congreso descartaron la posibilidad del fallo técnico. Puntualizaron que el sistema está dotado de una salvaguarda de verificación del voto que impide la equivocación. El PP no tiene más remedio que avalar la versión de Casero porque la equivocación humana no tiene recorrido en los tribunales.
Pero se da la circunstancia, además, de que el diputado del PP votó el jueves en contra de las directrices de su grupo en tres ocasiones, no solo con la reforma laboral. Fuentes parlamentarias sin distinción de color político apuntaron que el fallo en las votaciones telemáticas es siempre humano. No hay precedentes en el Congreso de una anomalía informática al emitir el voto.
De hecho, en las 28 votaciones del jueves se registraron doce errores de los diputados que optaron por el voto telemático. Entre ellos, el ministro Alberto Garzón, que erró dos veces, el portavoz de Podemos, Pablo Echenique, otros dos representantes morados y cuatro del PP. Ninguno alegó fallos en el sistema informático. Los servicios jurídicos de la Cámara a su vez recordaron que nunca se ha repetido una votación por el error de un parlamentario al pulsar el botón.