Los casquistas darán la batalla ante el «intento» de Moriyón de dominar Foro

La brecha que ha divido Foro en dos mitades es cada vez más profunda. Después de que la presidenta del partido decidiese el sábado suspender a tres integrantes de la Comisión Directiva, Jorge Fernández, Daniel Armas y José Manuel Fernández Lavandera, decantando la relación interna de fuerzas a su favor, el sector afín a Francisco Álvarez-Cascos respondió ayer negándole la legitimidad para tomar tal decisión. «Carmen Moriyón no tiene competencia de ningún tipo, ni política ni administrativa, para cesar como vocales ni como cargos de la dirección a ninguno de sus miembros», señalaron en un comunicado conjunto el diputado autonómico Pedro Leal, la candidata al Senado Camino Gutiérrez, el integrante de la directiva Marcos Grana y el diputado nacional Isidro Martínez Oblanca, que anuncian que darán la batalla por el partido. «Lamentamos que Carmen Moriyón y el resto de personas de la Comisión Directiva que la apoyan se dediquen exclusivamente a esta labor abominable, cuyas consecuencias se volverán muy pronto contra esas mismas personas que la promueven».

La decisión adoptada el sábado por Moriyón se suma a la introducción en la ejecutiva del partido de tres personas afines a sus posiciones. Las dos acciones suponen para los críticos con su gestión un «intento» por hacerse «a toda costa» con el control del partido para «traicionar» el proyecto original y transformarlo en «bisagra, alejarlo del PP y convertirlo en apéndice del PSOE» para facilitar la aprobación de los presupuestos y «aprobar la oficialidad del bable».

Las críticas del sector afín a Álvarez-Cascos fueron duras. Los cuatro firmantes del comunicado consideran que desde la dirección de la formación se está lanzando una «campaña de manipulación informativa» dirigida por José Suárez Arias-Cachero, uno de los nuevos miembros de la Comisión Directiva que llegaron al órgano de la mano de Moriyón, que tiene como objetivo dañar la imagen de Álvarez-Cascos «aireando asuntos internos con falsedades e insidias».

Quienes también criticaron las acciones de la presidenta de Foro fueron dos de los directivos suspendidos, Jorge Fernández y Daniel Armas. El primero, apartado de sus funciones por compatibilizar su cargo en Foro con un puesto en el Consejo de Administración de la RTPA, algo que prohíbe la ley que regula el ente, su sumó al argumento de la falta de legitimidad de la presidenta y criticó su «escaso talante democrático al pretender nombrar y cesar a dedo» a miembros de la directiva. Jorge Fernández anunció que seguirá acudiendo a las reuniones de la directiva. «Si existiera tal incompatibilidad, renunciaré al puesto de vocal del consejo de la RTPA».

Daniel Armas, que secundó el argumento de la falta de legitimidad, cargó sobre las espaldas de la propia presidenta el hecho de haber sido designado como miembro de la directiva. «Mi cargo de vocal nato fue propuesto por ella». Quien no quiso hacer declaraciones fue José Manuel Fernández Lavandera, que ocupaba el cargo de presidente de la Comisión de Garantías.

En el lado de Moriyón, José Suárez Arias-Cachero reiteró ayer sus críticas hacia el otro sector y señaló que la división no se debe a motivos ideológicos, sino que hay diferencias entre los que piensan que Foro debe ser «una herramienta al servicio del cambio en Asturias» y los que pretenden que el partido sea «un plan de pensiones dorado para Álvarez-Cascos».