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La nueva cita electoral ha pillado a los partidos asturianos con el pie cambiado. La repetición de los comicios nacionales el próximo 10 de noviembre, al no alcanzar el socialista Pedro Sánchez apoyos suficientes para ser investido, obliga a las formaciones políticas a activar el modo electoral cuando, en muchos casos, no se encuentran en su mejor momento interno. Pendientes de congresos autonómicos, sumidos en crisis, con cargos en condición de interinidad o falta de liderazgo claro, algunas de las formaciones con representación en la Junta General deberán ahora aparcar sus diferentes procesos y tratar de sacar músculo para buscar el mejor resultado electoral en la próxima cita.
El caso más evidente es el del PP. Las desavenencias desde que Génova apostara por Teresa Mallada como candidata a la Presidencia del Principado y apartara así de la Junta a la líder del partido, Mercedes Fernández, son palpables. Se planteó en su momento incluso la posibilidad de imponer una gestora para acabar con las tensiones internas si bien ahora, con los ánimos algo más calmados, las dos partes asumen que la solución pasa por un congreso en el que las diferentes familias en las que está fraccionado el partido midan sus fuerzas y se dé relevo a Fernández de forma ordenada. Génova estaba pendiente del posible adelanto electoral para fijar la fecha del cónclave, que finalmente tendrá que esperar a que se celebren las elecciones. De esta forma, el PP volverá a someterse a una nueva cita con las urnas completamente dividido, lo que, para algunos dirigentes, se trata de un claro perjuicio.
Pero el PP no es la única formación que deberá dejar atrás sus diferencias si quiere ofrecer una imagen de unidad en los próximos comicios. La renuncia al escaño por parte del exrector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez, solo unas horas después de que se constituyera la Junta General provocó una importante sacudida en Ciudadanos y un cambio en el equilibrio de fuerzas en detrimento de Ignacio Prendes. Algunos sectores del partido ven su posición debilitada e, incluso, podrían estar pensando ya en su relevo como portavoz de la organización en Asturias. Una renovación que no está prevista a corto plazo ya que Prendes volverá a ser candidato de la formación naranja por Asturias y que dependerá, en todo caso, de la dirección nacional, de la que el abogado gijonés forma parte. Fuentes del partido interpretan, no obstante, que el vicepresidente cuarto del Congreso ha perdido peso e influencia en Madrid después de que mostrara sus discrepancias con la estrategia de Albert Rivera con respecto al PSOE y apuntan a Ignacio Cuesta, teniente de alcalde de Oviedo y también miembro de la ejecutiva nacional, como su sustituto.
Podemos Asturias sigue digiriendo la pérdida de representación parlamentaria en la Junta General y el abandono de algunos de los fundadores del partido en esta región. Si en la pasada legislatura supuso para la formación un jarro de agua fría la marcha de su cabeza visible, Emilio León, en las últimas semanas se ha conocido la renuncia a su cargo como responsable de Finanzas en el partido de otro de los impulsores del proyecto en Asturias y exdiputado nacional Segundo González.
Coalición con Podemos
En IU sigue coleando la crisis interna consecuencia de su enfrentamiento con la dirección federal por la coalición con Podemos, que provocó la marcha de Gaspar Llamazares; así como la dimisión del que fuera coordinador regional, Ramón Argüelles, tras perder las primarias contra Ángela Vallina para encabezar la lista en las elecciones autonómicas. El secretario de Organización, Alejandro Suárez, asume sus responsabilidades de forma interina a la espera de una asamblea que también ha quedado pospuesta hasta después de las elecciones.
La comisión directiva de Foro se reúne hoy para abordar el nuevo escenario político y decidir si reedita o no la coalición con el PP en los próximos comicios. En las anteriores elecciones nacionales se quedó sin representación en el Congreso y, un mes más tarde, la presidenta del partido, Carmen Moriyón, renunciaba a su escaño en la Junta General al no haber obtenido en los comicios autonómicos el resultado esperado. Aunque se mantiene al frente de la organización, su ausencia en la Cámara ha reducido su visibilidad.
Mientras tanto el PSOE, sumido hace apenas tres años en la mayor crisis interna que se recuerda, parece vivir ahora uno de sus momentos más dulces tras la renovación generacional impulsada por Adrián Barbón.
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