Hereu, la cartera de Industria vuelve al PSC en el nuevo Gobierno de coalición

Hereu, licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la UPC y con Máster en Dirección y Administración de Empresas en ESADE, inició su carrera política en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal en 1997, cuando asumió la gerencia del distrito de Les Corts, el barrio en el que reside todavía. Más tarde, bajo el mandato muncipal de Joan Clos se hizo cargo de la concejalía de Seguridad y Movilidad desde la que dio el salto a la Alcaldía.

Como concejal de Movilidad fue el promotor del área verde que supuso extender a numerosos barrios de Barcelona el pago por aparcamiento, limitado hasta entonces al centro de la ciudad en la tradicional área azul. Y bajo su mandato como alcalde se celebró la primera y por ahora única consulta popular sobre un proyecto urbano en el que podían participar todos los ciudadanos de Barcelona -la construcción del tranvía de la Diagonal-, siendo uno de los impulsores de las nuevas políticas de movilidad urbana en la ciudad.

Fue candidato a sustituir a Clos como alcalde de Barcelona, quien renunció, precisamente, al ser nombrado ministro en el Gobierno de Zapatero. Fue elegido regidor de Barcelona el 8 de septiembre de 2006 tras ser el primer candidato socialista de la Ciudad Condal que se sometió a unas elecciones primarias entre la militancia socialista.

En 2012 abandonó la política y desde entonces se ha dedicado a la actividad privada. Presidente de Barcelona Plataforma Empresarial de Idencity, dedicada al asesoramiento de ciudades, en septiembre de 2020 fue propuesto por la Sepi como consejero de esta Sociedad Estatal y como paso previo para ser nombrado presidente de Hispasat -el operador español de comunicaciones por satélite, controlado al 90 % por el Grupo Red Eléctrica (REE)- en sustitución de Rosario Martínez Manzanedo.

El reto de Hereu, como el que han tenido sus dos predecesores en el cargo (Héctor Gómez, en el último año, y Reyes Maroto previamente) pasa por bajar a pie de tierra los millonarios planes de transformación vinculados a los fondos europeos. Los famosos PERTE del automóvil eléctrico y conectado; el de la descarbonización; el naval; y el agroalimentario.

De todos ellos, el del automóvil es el de mayor relevancia. Con una industria que se encuentra en plena transformación hacia el coche eléctrico, las decisiones del nuevo ministro estarán en una cuerda floja que pasará por fomentar el nuevo modelo automovilístico, pero manteniendo mucho cuidado para no perjudicar la estructura de las actuales plantas, muy centradas en los vehículos de combustión y de las que dependen miles de puestos de trabajo en centros punteros como Zaragoza, Barcelona, Valencia, Vigo, Vitoria o Valladolid, entre otros.

Los problemas para implantar estos programas, unido a algunas convocatorias que han quedado en algunas ocasiones desiertas por la dificultad técnica para aplicarlos, será el principal objetivo del nuevo ministro de Industria. Por su mesa pasarán miles de millones de euros vinculados a un cambio estructural que nunca llega en la economía española.

Todos los titulares con competencias industriales han apuntado en sus discursos el objetivo de conseguir que la industria represente el 20% del Producto Interior Bruto (PIB). Ninguno lo ha conseguido a pesar de los anuncios de los últimos años y de los diversos planes para lograrlo.