Pedro Sánchez pone como ejemplo para «salvar vidas» la gestión de la pandemia hecha en Asturias

La Federación Socialista Asturiana (FSA) soplaba ayer 120 velas y tocaba, y así se hizo, recordar sus orígenes y rendir tributo a quienes de forma protagonista o desde el anonimato escribieron la historia de esta centenaria agrupación política, marcada por momentos muy duros, pero también salpicada de importantes avances sociales. Pero también era el momento de hablar del presente y del futuro del partido y de Asturias, y así fue.

Un presente trastocado por la pandemia, que obligó a los socialistas asturianos a conformarse con una celebración virtual, y que también está marcando el futuro de la región, golpeada por la crisis sanitaria y económica que ha traído el coronavirus. Y en un momento especialmente complicado, en el que las restricciones sanitarias establecidas por el Gobierno del Principado generan fuertes tensiones en determinados sectores económicos, Pedro Sánchez dio ayer la cara por la gestión asturiana y la puso, incluso, como ejemplo a seguir para «salvar vidas».

El presidente del Gobierno y máximo líder socialista, quien participó en el acto del aniversario de la FSA a través de un mensaje grabado, rogó a los militantes asturianos que, en estos momentos, en plena tercera ola de la pandemia, «no se baje la guardia» y mostró su respaldo a las decisiones llevadas a cabo desde el inicio de la crisis sanitaria por el Ejecutivo regional, liderado por el también socialista Adrián Barbón. «Hay que hacer lo que está haciendo el Gobierno de Asturias desde el primer minuto, salvar el mayor número de vidas a costa de adoptar difíciles medidas que, por desgracia, son indispensables», declaró.

Un respaldo público por parte del presidente nacional a las duras, y en ocasiones impopulares, medidas fijadas por el Principado que llega después de que desde el Ministerio de Sanidad se rechazaran de forma reiterada algunas demandas procedentes de Asturias, como adelantar el toque de queda o articular los mecanismos necesarios para poder decretar el estado de alarma a nivel autonómico.

Sánchez no se quedó ahí y fue más allá. Situó a Asturias como «referencia estatal» en materia de servicios públicos y políticas de igualdad. «La FSA ha tenido la responsabilidad de gobernar el Principado de Asturias prácticamente de modo interrumpido. Habéis construido la tierra que conocemos hoy, que es una referencia estatal por la calidad y la fortaleza de sus servicios públicos y por estar a la vanguardia en las políticas de igualdad contra la violencia machista, una de las señas de identidad que mejor distingue a una sociedad avanzada y tolerante», dijo.

Durante su breve discurso, Sánchez ensalzó el hecho de que la FSA haya vivido «la Monarquía, la dictadura, la república, la guerra civil, la lucha desesperada en los montes, la herida del exilio, la reorganización bajo el franquismo, y la vuelta a la democracia, en todo momento con el alma entregada a la justicia social y la libertad». Y aseguró que es una organización política que «evoca una aleación inseparable de coraje y de lucha obrera», citando a varios históricos del partido en Asturias como Manuel Vigil Montoto, el primer presidente de la FSA, o Manuel Llaneza, fundador del SOMA, entre otros muchos.

Además, se mostró convencido de que el futuro de esta región seguirá en manos del PSOE «porque no hay ningún otro partido que se identifique tanto con la esencia de vuestra comunidad». «Que esa labor no os dé miedo porque la lleváis haciendo 120 años», sentenció. «El poso de la FSA es la serenidad y su criterio político, que la convierte en una de las organizaciones más recias, más maduras y sensatas de nuestro país», añadió el jefe del Ejecutivo nacional, quien tuvo un recuerdo especial para todos los presidentes asturianos socialistas, citando uno a uno, y también para todos los secretarios generales del partido en Asturias, finalizando por el propio Adrián Barbón, a quien reconoció que le une una profunda amistad.

No dejó tampoco de subrayar y remarcar la importancia que, aseguró, el socialismo asturiano tiene en el PSOE nacional, destacando especialmente la figura de la riosellana Adriana Lastra como vicesecretaria del partido, y agradeciendo su «labor ingente y acertada» al frente de PSOE. «Ella sabe muy bien hasta qué punto la voz de la FSA se escucha en el PSOE y en la comisión ejecutiva federal», apostilló, consciente de que la oposición pone constantemente en duda la capacidad de los socialistas asturianos para influir en las directrices del partido a nivel nacional y en las del Gobierno central.

Precisamente Adriana Lastra, vicesecretaria del PSOE a nivel nacional y portavoz del grupo socialista en el Congreso y diputada por Asturias, fue ayer otra de las protagonistas de esta ceremonia telemática que se emitió por diferentes plataformas digitales y fue seguida por cientos de militantes desde sus casas. La número dos del PSOE también envió un emotivo mensaje a sus colegas asturianos haciendo un amplio repaso a los orígenes del partido en esta región y citando a sus máximos protagonistas, para finalizar compartiendo su orgullo por formar parte de al familia socialista asturiana.

Lastra señaló que el 120 aniversario de la FSA es el momento para recordar «ideas, principios, valores que nos hacen ser lo que somos, que son nuestro norte y nuestra guía». Pero también dejó claro que estas ideas, principios y valores «no avanzan solos» y que han llegado a nuestros tiempos gracias a personas que, con mayor o menor protagonismo, creyeron en ellas.

«Reivindico cada instante de estos 120 años, cada minuto de este tiempo de vida, cada gota de sangre, cada vida segada, cada lágrima vertida por los socialistas asturianos en nombre de la libertad y la justicia», declaró la número dos del PSOE, que tuvo un especial recuerdo para quienes sufrieron la «larga noche del franquismo» y que, pese a la dureza de aquellos años para quienes defendían estas siglas en la clandestinidad, no abandonaron las ideas socialistas por las que, entiende, «debemos seguir luchando». Y es que, advirtió, algunas de las premisas sobre las que se constituyó la FSA y la UGT, hace ya más de un siglo, como son mejorar las condiciones de trabajo, proteger los derechos de los trabajadores, luchar por un salario digno y por la igualdad entre hombres y mujeres, «no han envejecido» y siguen vivas.

«Miramos atrás agradecidos pero, precisamente porque somos los herederos de generaciones socialistas, sabemos que nuestro camino está delante, y solo nosotros podemos recorrerlo. Somos los orgullosos hijos de nuestro ayer, pero tenemos que ser los padres y madres de un mañana mejor para Asturias y para España», concluyó.