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Alberto Corazón, Rosa María Mateo y Luis María Anson, en el Reconquista. MARIO ROJAS
«Nunca la mediocridad ha tenido tanto éxito»

«Nunca la mediocridad ha tenido tanto éxito»

El Prado, Magnum y el Instituto Smithsonian optan al Princesa de Comunicación y Humanidades | Alberto Corazón y Rosa María Mateo se estrenan como jurados del galardón que se falla hoy y al que aspiran 29 candidaturas de 14 países

AZAHARA VILLACORTA

OVIEDO.

Martes, 30 de abril 2019, 03:13

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«Nunca la mediocridad ha tenido tanto éxito en este país, mientras que la excelencia se penaliza», sentenció ayer en el ovetense Hotel de la Reconquista el diseñador, fotógrafo, escultor y pintor Alberto Corazón, uno de los dos «novatos» que se estrenaban como miembros del jurado del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. La otra debutante era la periodista Rosa María Mateo.

Es, además, una situación que «afecta a todas las áreas: las artes, las ciencias, las comunicaciones... Todo es terriblemente mediocre». Y que no tiene parangón: «No veo que otras sociedades europeas estén tan asoladas por este extraordinario fenómeno». Algo que, para el diseñador, no tiene explicación: «Es como la estupidez. Constatamos que está ejerciéndose continuamente en nuestro entorno, pero es un misterio. ¿Cómo alguien puede tener un comportamiento estúpido?, ¿cómo puede alguien aplaudir un concierto mediocre, una exposición, una novela mediocres?».

La buena noticia es que, contra «los embates de esa mediocridad tan peligrosa que nos envuelve desde hace unos años y que goza de un verdadero éxito social», hay antídoto: premiar la excelencia. «Y eso es lo que hace la Fundación Princesa de Asturias todos los años: una celebración de la excelencia, lo que me parece una absoluta necesidad psíquica y física».

Así que ayer Alberto Corazón se declaraba «completamente feliz» de poder participar en las deliberaciones que concluirán cuando, a mediodía de hoy, se falle un galardón al que optan 29 candidaturas llegadas de 14 países de varios continentes.

Algunas, tan potentes como la del Museo del Prado, que celebra su bicentenario, o la del Instituto Smithsonian -un clásico en las quinielas-, dos aspirantes desvelados por el maliayo Víctor García de la Concha, director honorario de la RAE y uno de los veteranos del jurado.

Junto a esos dos pesos pesados de la cultura figuran nombres propios como los de los filósofos Fernando Savater, Gilles Lipovetsky o Eduardo Lourenço, medios de comunicación como el diario 'El Nacional', agencias como Magnum, instituciones como la Fundación Gabriel García Márquez (Colombia) o la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México).

Una nómina en la que también aparece la música de The Chieftains, el humor de 'El Roto', uno de los grandes de la psicología cognitiva como Steven Pinker, el guionista, productor, dramaturgo y actor Aaron Sorkin o referentes del feminismo como Siri Hustvedt, Chimamanda Ngozi Adichie o Gloria Steinem.

La decisión no será nada fácil. «Yo no voy a ir en coalición con nadie. Voy a formar gobierno solo y tengo mis favoritos», bromeaba el periodista Álex Grijelmo haciendo un símil electoral, porque los resultados del 28-A se colaban en todos los corrillos y la misma Rosa María Mateo confesaba que había vivido la jornada «pendiente del televisor, como toda España», al tiempo que culpaba a nuestros representantes políticos de haber contagiado sus tensiones a la ciudadanía.

«La crispación a la que ha llegado la política no me parece que sea la adecuada. En vez de los insultos y las diferencias tan grandes y tan agresivas que hay, los políticos deberían rebajar el tono, porque es un tono que se está trasladando a la sociedad y eso no es bueno. Esta sociedad está crispada», defendió la administradora única provisional de RTVE, convencida de que «nos estamos perdiendo el respeto los unos a los otros».

Con todo, Alberto Corazón confía en que todo cambie: «Han sido unas elecciones históricas. Una gran noche para la sociedad española. Se abre la posibilidad de que empecemos a creer que es posible una sociedad libre y abierta. Para la cultura, es una bendición. Teníamos una ley mordaza, un IVA para anularla, una reglamentación que hacía inviable que los trabajadores siguieran creando... Habíamos llegado a un punto en el que la cultura había desaparecido, porque, desafortunadamente, hay centros de poder político y económico a los que la cultura les sienta fatal».

Algunos, incluso, como Luis María Anson, se atrevían a hacer las primeras cábalas: «Yo creo que al mundo empresarial español, a los empresarios de más envergadura y más serios, les gustaría que hubiese una alianza entre Ciudadanos y el PSOE porque eso significaría que el PSOE se instalaría en una socialdemocracia a la europea como con Felipe González. Pero, claro, Albert Rivera se da cuenta de una cosa muy golosa: de que puede convertirse en el líder del centro-derecha y, por lo tanto, en presidente del Gobierno. Y, luego, a Sánchez le preocupa firmar una alianza con Podemos, así que, si puede, va a intentar gobernar solo».

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