«Me da alas para llegar a Tokio. Este es el premio del deporte, en mayúsculas»
Teresa Perales Ganadora del Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2021 ·
«Me siento muy orgullosa de contribuir a que vayan cayendo las barreras, tras un paralímpico hay una historia que puede ayudar a mucha gente»IVÁN ÁLVAREZ
GIJÓN.
Jueves, 3 de junio 2021, 01:22
La combinación de su impresionante palmarés y su profunda conciencia social, volcada para agigantar su figura inspiradora para «millones de personas con discapacidad en todo ... el mundo», impulsaron al jurado del Premio Princesa de Asturias de los Deportes a conceder el galardón de 2021 a Teresa Perales (Zaragoza, 1975). Con ese carácter afable que la define, la deportista paralímpica más laureada de la historia de España hace un paréntesis en una jornada marcada por el incesante goteo de mensajes de felicitación para conversar con EL COMERCIO.
-¿Cómo está? ¿Qué simboliza este reconocimiento?
-Es muy especial. He ido un montón de veces a Oviedo y cada vez que pasaba pensaba que es ahí donde se entregan los premios y en familia siempre los hemos seguido mucho. Es una ilusión especial que llega en un momento que también lo es. Es el premio a los deportes y los deportistas este año hemos pasado por mucho. Como todos, claro, pero el hecho de que se pospusieran los Juegos y tener que mantener esa ilusión y la forma física un año más, aplazando muchos de nuestros proyectos personales... Han sido muchas cosas y este premio es para compartirlo con esos deportistas paralímpicos. Todos estamos en el mismo barco, luchamos por conseguir estas medallas.
-Comenta que ha estado mucho en Asturias, ¿qué vínculo tiene?
-Estaré por allí y ya me comentaron la posibilidad de que tenga que quedarme una semana Les respondí que el tiempo que haga falta, ¡si Oviedo es una ciudad preciosa! He pasado momentos muy bonitos con una concentración antes de los Juegos. Nos lo pasamos muy bien, he ido también muchas veces para dar conferencias. Siempre me ha llamado mucho la atención, es una ciudad muy bonita. Muy verde (ríe).
-Como firme defensora de la igualdad, estará satisfecha de ser la segunda mujer del palmarés en los últimos tres años...
-Es el reflejo de todas esas mujeres deportistas que peleamos por encontrar ese minutito de gloria a veces. Es un reconocimiento que tengo que compartir con todas ellas, también con esas deportistas mamás que lo compaginan con la competición.
-¿Es también un acicate para los Juegos Olímpicos de Tokio?
-Tengo la costumbre desde hace muchos años de que cuando se apaga el pebetero pongo la cuenta atrás en el móvil con una aplicación. Esta vez se ha hecho muy larga (ríe). Ha sido un año complicado, no exento de muchas dudas, con momentos de bajón. A veces se podía entrenar, otras no porque se cerraban las instalaciones. Hemos vivido mucha incertidumbre con la pandemia. Como nos ha trastocado muchos los planes, un reconocimiento como este sirve mucho de acicate y de empuje enorme. Para mí este es el premio del deporte, en mayúsculas. Me da alas para llegar a Tokio.
-Su victoria es un hito, la primera de una deportista paralímpica.
-Me encanta que se derriben barreras. Me siento muy orgullosa de poder contribuir a que esas barreras vayan cayendo poquito a poco y veamos entre todos que es como tiene que ser. Hoy soy yo, mañana será otro. Llegará un momento en el que nadie mire si es olímpico o paralímpico. Soy paralímpica por una enfermedad sobrevenida, pero no fue mi elección tener esa discapacidad. La gente tiene que entender que esto le puede pasar a cualquiera.
-Y le dio la vuelta a la situación de la mejor manera.
-Lo que sí está en tus manos es reescribir lo que haces. Tomar las riendas de tu vida y ver que aunque esto te haya pasado puedes seguir haciendo cosas y cada vez más interesantes. Ese es el mensaje más bonito. Cuando echo la vista atrás, recuerdo cuando empecé a entrenar, que no sabía ni flotar. Se empezó a abrir un horizonte que en ese momento era muy lejano con la opción de competir algún día. Desde ahí hasta hoy, que me conceden el Premio Princesa de Asturias. Una locura.
-Se había quedado a las puertas de ganarlo en 2013 y en 2016. ¿Ya pensaba que no iba a poder conseguirlo?
-Ni siquiera recordaba que estaba entre las candidatas. Otras veces sí sabía que alguien había presentado una candidatura en mi nombre y conocía el proceso. En años anteriores había trascendido más quienes estaban entre los candidatos, pero ahora solo sabía que había dieciocho candidaturas. Ha sido muy bonito. Al no saber que estaba esa posibilidad, no estaba nerviosa, pero ha sido muy especial cuando he descolgado el teléfono y me han dicho que me llamaban de la Fundación.
-¿Le arrolló la emoción?
-He llorado mucho. Pero mucho de verdad. Tanto que me costaba hasta coger aliento, porque es muy impactante.
-Sus éxitos reflejan la importancia de no perder la ilusión frente a las adversidades.
-Hoy se está hablando de deporte paralímpico. Me encantan que salgan muchas noticias de deporte olímpico, pero también quiero que salgan de deporte paralímpico. Es la excusa perfecta. Ahora hay más de cincuenta que están compitiendo en Polonia. Es un recordatorio de que seguimos ahí, damos muchos éxitos y conseguimos resultados maravillosos. Detrás de cada uno de nosotros hay una historia muy bonita que es genial que se pueda conocer, porque puede ayudar a mucha gente. Hay personas que ahora mismo seguro que están pasando malos momentos y vernos a nosotros, que hemos conseguido superar muchas adversidades, tiene que hacer reflexionar y ver que ellos también pueden.
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