«Tengo en el móvil la cuenta atrás para Los Ángeles 2028, quedan 1.397 días»

–Ha sido reconocida con las más altas distinciones. ¿Qué supuso el Princesa de Asturias en su carrera?

–Fue un antes y un después. Es el galardón más importante que tengo, te pone en una situación internacional que todo el mundo reconoce. Desde entonces, cuando me presentan en cualquier sitio al que voy, siempre nombran este premio. Me puso en el mapa y es uno de los momentos más bonitos que recuerdo. Se nota el calor que se recibe desde aquí y también su dimensión internacional.

–Viene de ganar una medalla en sus séptimos Juegos Paralímpicos. ¿Hasta cuándo la veremos competir?

–Espero que hasta dentro de muchísimo. De momento, ya tengo metida en el móvil la cuenta atrás para Los Ángeles 2028, quedan 1.397 días.

–Son cuatro años de preparación. ¿No se le hacen un poco largos después de tantas competiciones?

–La experiencia de haber preparado siete hace que lo veas con paciencia. Querría estar compitiendo en Juegos todos los años de mi vida, es lo más bonito y emocionante. Lo que vives allí no se vive en otra competición, compartes cosas con gente de muchas nacionalidades, con otras discapacidades, de otras disciplinas, y eso es muy bonito.

–El próximo año es el Mundial de Singapur. ¿La veremos allí?

–Sí, esta temporada nos toca. La idea es poder competir en varias pruebas de la World Series que, como yo digo, son como los caramelitos que me voy poniendo para mantener la motivación. El Mundial es en septiembre y necesito más chicha durante la temporada.

–Su discapacidad física va a más, pero su discurso sigue siendo ambicioso.

–Es difícil convivir con una discapacidad que ahora es mucho mayor que hace dos años y me he tenido que adaptar. He dejado de mover el brazo izquierdo para nadar y también para la vida diaria. Hay muchas cosas que se complican, he tenido que volver a aprender a nadar.

–Tiene 28 medallas olímpicas. ¿Va a por el récord de Michael Phelps?

–Lo voy a intentar, de momento le he igualado y, si puedo, voy a darle un bocado y dejarlo zanjado con otra medalla. Y ya si viene él a dármela sería ideal. Es una persona encantadora.

–¿Qué le ha aportado la competición en su vida?

–Son muchos años. Mi hijo me ha preguntado muchas veces por la razón de mi éxito y por qué sigo. Lo que me da la competición, además de la adrenalina del momento, es el orgullo. Cuando preparas una competición lo haces para ser excelente, no solo el día de la prueba, sino en cada uno de los entrenamientos.

–El deporte paralímpico ha avanzado, pero aún queda camino por recorrer.

–Lo que falta es que los medios y las instituciones reconozcan más los nombres de los deportistas. A mí se me ha concedido un lugar igualado al de los deportistas olímpicos. He notado mucho cambio desde que en 2012 igualé a Phelps por primera vez y esta segunda en París. Me gustaría que lo notara el resto de compañeros, aunque ha habido una gran evolución. Si preguntamos en este salón por el nombre de tres deportistas paralímpicos te los dirían. Pero tengo dudas de que llegaran a cinco.

–¿Faltan recursos económicos?

–Este año el Gobierno ha igualado el premio por medallas entre olímpicos y paralímpicos, pero solo hasta el tercer puesto. A partir de ahí se ve una diferencia muy grande, no solo en la cantidad por premio, sino en la beca. Mi última medalla fue por dos centésimas. Sin ese margen, el resultado no habría tenido una repercusión económica y social como la que tuvo. Nos falta ese plus.

–¿Invierten las empresas en los deportistas paralímpicos?

–Lo que invierten en el Comité Paralímpico Español es mayor que lo que invierten en el Comité Olímpico Español. La fidelidad de las empresas al Plan ADO Paralímpico es mayor.

–Pasó unos años en política. ¿Era como se lo esperaba?

–No es lo mismo que vista desde fuera, de hecho invito a la gente a que entre. Lo hice por vocación de servicio y porque siempre he pensado que si quieres que las cosas cambien debes ser tú quien provoque el cambio.

–¿Repetiría?

–De momento, no. Cuando hay elecciones siempre me vienen a buscar y la respuesta siempre es no.