«A las hijas les llamaron la atención las piezas hechas con raíces»

Durante el recorrido, la Familia Real paró por la casa-taller El Güertu, donde su propietaria, María Teresa Lorences, les enseñó algunas de las piezas que ella misma fabrica. «Quedaron encantados. A las hijas, les llamaron especialmente la atención las que estaban hechas con raíces y, a la Reina, un cuenco de madera de encina», señalaba. Esta vecina, además, quiso tener un detalle con ellos y les regaló a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía un colgante «de madera de ciprés y de cristal que les gustó mucho», contaba. «Me dijeron que cada vez que se lo pongan, se acordarán de mí». A Lorences, le sorprendió también muy gratamente haberse sentido «muy a gusto con ellos. Para nada te hacen sentir distinta. Fue un trato muy familiar, muy de tú a tú», aseguraba.