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La grada de animación celebró la clasificación para el 'play-off'.

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La grada de animación celebró la clasificación para el 'play-off'. Arnaldo García
En el 'play off'

De los móviles a la traca final del Real Avilés

El mal inicio de partido del equipo blanquiazul dirigió la vista de los aficionados del Suárez Puerta hacia los resultados de los rivales, hasta que los goles de Santamaría tranquilizaron a la grada

Alberto Santos

Avilés

Lunes, 28 de abril 2025, 10:58

«Marcó el Langreo». «Gol del Ávila». Las conversaciones en la grada del estadio Suárez Puerta iban derivando hacia otros partidos a medida que avanzaba el primer tiempo del duelo entre el Real Avilés Industrial y el Guijuelo. Algo no iba bien cuando tu equipo sólo necesita ganar para jugar 'play off' y ser tercero, y estás más pendiente del teléfono móvil que del terreno de juego. Pero el equipo apenas amenazaba al portero rival y hubo quienes prefirieron buscar la tranquilidad en otros marcadores antes de esperar un gol de sus jugadores.

Así de raro empezaba el partido en un horario matinal que invitaba a una buena entrada en el Suárez Puerta. El listón del derbi ante el Langreo en el Miércoles Santo había quedado muy alto con más de 4.100 espectadores, pero la ocasión era propicia para que hubiese más de la mitad que se acercó ayer al Suárez Puerta. Quizás la hora y el sol radiante tuvieron la culpa. Quienes no fueron se lo perdieron, aunque están a tiempo de llenar el estadio en la fase de ascenso.

Fotos: Arnaldo García

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El público se fue entonando poco a poco a medida que transcurría el partido y que el Avilés metía un poco más de presión a la portería del Guijuelo. Por suerte, los tímidos silvidos que se escucharon en el inicio se transformaron en aplausos de ánimo que los jugadores blanquiazules supieron rentabilizar, sobre todo después del descanso.

El paso por los vestuarios fue un bálsamo para todos, público y jugadores. Quien tardó en sentarse en su asiento, se perdió una avalancha de juego y goles similar a la del día del Escobedo. Dos de Santamaría en cuatro minutos sirvieron para guardar los móviles en los bolsillos y disfrutar de lo que quedaba de partido, a pesar de que el Guijuelo no tiró nunca la toalla y dio algún que otro susto.

Al final, llegó la fiesta para celebrar como se merece otro día histórico para el Real Avilés, que ahora tiene ante sí el reto de quitarse la espina clavada del casi ascenso ante el Granada B y llevar otra vez al delirio al Suárez Puerta.

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