Real Oviedo femenino

«Este equipo no baja los brazos nunca y eso te motiva a buscar soluciones»

-Difícil de digerir la derrota ante el DUX Logroño...

-Pues sí. Perdimos de la manera más cruel que se puede, y todo después de tener dos ocasiones claras para el 1-2.

-¿Le da uno muchas vueltas?

-El viaje de vuelta es duro porque hay que pasar el duelo, y porque ves que todo el esfuerzo realizado no ha servido de nada. Sin embargo la cabeza ya está pensando en cómo levantar el ánimo de las chicas para que sigan creyendo en lo que hacen.

-Siempre habló de finales, pero ¿la del Rayo es la más vital?

-Pensar que ese partido no es fundamental sería engañarse a sí mismo. Además llevan 7 partidos puntuando y han sumado 15 de los últimos 21, casi nada.

-¿Cómo se prepara un duelo así?

-Como hemos preparado los anteriores, hablando con claridad de la situación que tenemos y transmitiendo la confianza de que lo vamos a sacar adelante. Las jugadoras deben saber y sentir que tienen capacidad para ello, porque la tienen.

-¿Mejor en Tensi?

-En casa hemos sacado dos victorias en dos partidos, y jugando también con la imperiosa de necesidad de ganar porque no habíamos sacado nada de Granada. No cabe duda que si se sienten arropadas por toda la gente que quiere al Real Oviedo, todo irá mejor. La afición de este club es un apoyo fundamental para hacer posible cualquier cosa.

-¿Es difícil hacer crecer al equipo en esta situación?

-Las jugadoras entrenan muy bien, solo que en los partidos, cuando el resultado manda con tanta urgencia, las piernas siempre encogen. Es lógico, porque en esta situación todo resulta más difícil, pero estoy muy contento con la predisposición de todo el bloque.

-Ante Juan Grande y Córdoba costó cerrar los partidos...

-El problema es que hemos regalado bastantes minutos y ocasiones a los rivales, pero lo hemos solventado porque este equipo tiene una virtud que no va a perder ahora y es que no baja nunca los brazos. Tras cada revés sigue peleando y eso te motiva, y te ayuda a encontrar soluciones.

-En Granada se cayó por la mínima, y en Logroño en el último minuto, ¿da más rabia perder así?

-Lo de Granada no puede considerarse un resultado injusto, pero da rabia porque estuvimos ahí y te vas con la sensación de que dejamos pasar una oportunidad para sumar y escalar en la tabla. Lo de Logroño, sin embargo, fue una pena. Tenemos que aprender de todo esto, porque se están dando resultados muy ajustados. Todo el mundo se juega algo.

-¿Qué le falta el equipo para manejar esos tempos? ¿Más soltura en mediocampo?

-El centro del campo está claro que es el alma del equipo y que marca un poco el camino de los partidos, pero yo creo que estamos haciendo cambios en todas las líneas y que todas están respondiendo. Necesitamos la mejor versión de cada una y nuestra responsabilidad como cuerpo técnico es ayudar a que la consigan.

-Con usted llegó una cara conocida para el equipo, Andrea Suárez, ¿cómo es trabajar con ella?

-Está de segunda, pero ella es otra entrenadora más. Tiene muchas aptitudes y conocía a la plantilla, así que me ha ayudado mucho a integrarme tanto en lo personal como en lo futbolístico, para conocer lo más rápido posible a las jugadoras.

-¿Sigue viendo al equipo agarrotado?

-Cuando no tienes mucha confianza lo mejor es hacer las cosas fáciles, pero cuesta, porque los partidos son otro mundo y aunque les diga a las jugadoras que se quiten ese miedo y disfruten, sé que la responsabilidad pesa. Sé lo que dan de sí durante la semana, y necesitan un resultado bueno para sacar todo lo que tienen dentro y atreverse a hacer más cosas.

-¿Cuál es el camino para ello?

-Lo fundamental es mantener la portería a cero, porque jugadoras para meter goles tenemos. El trabajo defensivo creo que está siendo bueno, pero muchas veces corremos demasiado por querer ayudar. Hay que correr con más cabeza, posicionarse, ocupar los espacios y estar preparadas para cuando pierdes el balón.

-Arriba Tatiana no entró de inicio, pero está siendo un faro...

-Cuando llegas a un sitio quieres dar un poco de continuidad de primeras, pero lo cierto es que tenía muchas esperanzas puestas en ella. Es muy necesaria: nos aporta velocidad, entrega y lucha. Está haciendo las cosas bien y siempre tiene predisposición a aprender y mejorar, esa es una virtud clave con su juventud.

-Se embarcó creyendo en las opciones de lograr la salvación, ¿cómo lo ve ahora, mes y medio después?

-Sigo creyendo que es factible, porque creo en las jugadoras, en el bloque y en el trabajo que hacemos. Creo en el cariño que le tienen a este club y en cada entrenamiento veo a la gente

-¿Se ha parado a pensar en el cambio que ha dado su vida, tras tanto tiempo en Lezama?

-La verdad que no me ha dado tiempo. Además, solo pienso en el Real Oviedo y da igual cómo esté o me sienta yo con eso, lo que necesitamos es salir de esta situación. Venía preparado para todo, conocía lo que era ya antes el Oviedo Moderno y estoy cómodo.

-¿Se ve aquí más allá de junio?

-Ni lo he pensado ni he hablado nada de eso con el club. Desde que llegué estoy solo pendiente de la próxima final. Me gustaría dejar a este club donde merece, y devolverle la confianza que ha depositado en mí.