Marina, guardiana del orgullo y de Dani Calvo
Minibenjamina del Soto del Barco y socia azul, es una más en El Requexón: «Mañana vendré con mi hermano, pero yo estaré al entrenamiento»
M. SUÁREZ
OVIEDO.
Viernes, 2 de septiembre 2022, 01:06
Se llama Marina Álvarez y tiene solo cino años, pero, si uno cierra los ojos y piensa con todas sus fuerzas en qué es ... ser guardián del orgullo, al abrirlos verá su sonrisa y sus ojos oscuros brillar con fuerza. El orgullo, el de ser azul, le viene de su tío Julián, que jugó en aquel filial entrenado por Miguel Ángel Pino a principios de los 2000. Fue la época más complicada del Oviedo y, a pesar de que desaparecieron con ella todas las categorías inferiores del club, los guardianes de entonces protegieron la llama azul contra viento y marea para que esta no se extinguiese. Y de aquellos barros, estos preciosos lodos de los que han brotado ya numerosas nuevas generaciones azules.
Esa, aunque no la haya vivido, es la historia de Marina y otros tantos niños y niñas que hoy acuden al Tartiere y a El Requexón con la ilusión intacta en sus ojos. Pero ella, Marina, es especial. Ayer convenció a su madre Natalia para ir a El Requexón y hoy, de nuevo desde Soto del Barco y junto con su hermano pequeño, volverá a la ciudad deportiva azul. «Solo verle la cara de felicidad a mí ya me llena», reconoce esta madre que todo oviedista querría.
«Se parece a El Zorro»
Marina, a pesar de su corta edad, destaca ya por cómo defiende en su equipo de Soto del Barco y, como no podía ser de otro modo, pone su atención en los que menos focos atraen, pero quizá, en el fondo, más admiración se llevan: los centrales. En uno, más que en los demás, porque Dani Calvo es el defensor del escudo que más busca con la mirada. «Juega muy bien y es alto. Y con esa máscara mola más porque se parece a El Zorro», comenta convencida la pequeña. «Mañana vendré con mi hermano pequeño, pero no podré atenderlo todo el rato porque he de estar a lo que pasa en el entrenamiento», comenta esta analista en ciernes, sorprendida con la velocidad de alguno de los refuerzos de Tito. «Me gustó el entrenamiento, Marcelo es muy rápido», apunta la pequeña, que posó en la foto oficial ante el Andorra. Marina es la abonada 15.148, pero es mucho más que eso: es presente y futuro, proyección de un pasado ya del todo imborrable.
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