El Oviedo se impone en el Tartiere al Nástic
Koné hizo el primer gol para el conjunto azul y Susaeta el segundo
ramón julio garcía
Domingo, 15 de noviembre 2015, 15:49
El Real Oviedo se impuso con autoridad al Nástic, 2-0, con goles de Koné y Susaeta de falta. Los azules marcaron en la primera mitad en la que el juego estuvo más igualada y fueron superiores en la segunda no dando opción a los catalanes. Los de Sergio Egea recuperaron la pegada en el primer tiempo y luego supieron tener el balón y no se dejaron hacer ni una ocasión en la reanudación.
El técnico azul optó por dos cambios en relación con el encuentro de Soria. Borja Valle ocupó la banda izquierda del centro campo en detrimento de Pablo Hervías. Además, la pareja atacante fue la formada por Koné y Linares, quedándose en el banquillo de inicio Toché. Los jugadores descartados fueron Dani Bautista, Cristian Rivera, Cervero y Omgba, además de los lesionados Generelo, Verdés, y Fernández.
Los dos equipos salieron con la intención de presionar la salida de balón desde arriba, pero cuando recuperaban mientras los locales buscaban la velocidad para ir hacia el área contraria, los catalanes optaban por la elaboración y tratar de llegar tocando. Así el control del juego correspondía más a los de Vicente Moreno.
La primera ocasión de peligro llegó para el Nástic en una buena combinación por el centro, que finalizó con un disparo flojo de Emaná que Esteban no tuvo problemas para detener. La réplica azul llegó en un balón en profundidad de Jon Erice sobre Koné, pero el de Costa de Marfil llegó muy apurado y acabó disparando alto.
El juego se desarrollaba en el centro del campo y no había muchos acercamientos a las porterías, hasta que a los 21 minutos una buena jugada por la izquierda, entre Peña y Susaeta, lo aprovechó éste para poner un buen centro en el área que Koné, llegando desde atrás, mandó al fondo de la red para adelantar a los suyos.
Los azules aprovecharon su segunda ocasión para encarrilar un encuentro que hasta el momento estaba muy igualado.
El Nástic tuvo sendas ocasiones claras para empatar el encuentro, ambas tras saque de esquina. En la primera Xavi Molina remató fuera desde el borde del área pequeña y en la segunda De la Espada mandó al travesaño un balón que Emaná había peinado en el primer palo.
El marcador a favor dio tranquilidad a los de Sergio Egea a los que el balón empezó a durarles más y llegaban con un juego más elaborado a las proximidades del área catalana, aunque sin demasiado peligro. El Nástic sin el control del juego sufría más e iba perdiendo metros.
Koné, tras una buena acción personal con un magnífico control fue objeto de falta. El lanzamiento lo mandó Susaeta al fondo de la portería tras pegar en el poste. El Oviedo ponía de cara el encuentro haciendo gala de la pegada que no había tenido en los dos anteriores encuentros.
Como sucediera después del primer gol de los ovetenses, el Nástic gozó de una buena ocasión. Palanca se presentó solo ante Esteban, pero el portero estuvo muy rápido y le tapó el disparo despejando con el pie.
En los minutos finales los ovetenses, salvo por un par de errores que pudieron costar un disgusto, controlaron el encuentro mientras que el Nástic trataba a la desesperada de recortar distancias en el marcador y meterse en el partido.
En definitiva, el conjunto azul se fue al vestuario con el partido encarrilado gracias a que recuperó el acierto goleador en un partido que en el juego estaba igualado.
La salida del Nástic tras el descanso fue con una clara vocación ofensiva, pero se encontró con un Oviedo muy trabajador y que le metió mucha intensidad a cada acción, empezando por Linares y Koné que apretaban cada salida de balón. También el trabajo defensivo de Borja Valle era importante para favorecer la labor de contención de Jon Erice y Jonathan Vila. De hecho, el balón estaba más cerca de la portería de Reina que de la de Esteban.
El segundo tiempo era un monólogo azul, con continuas llegadas al área visitante, pero faltó el último pase para convertir alguna de las aproximaciones en un nuevo gol. Como en un centro de Jon Erice al que llegó muy justo Linares.
El primer disparo visitante, que salió fuera, no llegó hasta los 24 minutos.
Vicente Moreno dio entrada a Ferrán por Assoubre y De Groot por Emaná para intentar meterse en el encuentro, que por entonces estaba muy cuesta arriba. Por su parte, Egea retiró a Linares para dar entrada en la banda a Aguirre y Borja Valle pasó a la media punta, por detrás de Koné.
Los azules leyeron la segunda mitad como no la habían hecho hasta ahora y en ningún momento el Nástic daba sensación de poder remontar el encuentro, ya que parecía más próximo que pudiera llegar el tercero en una contra.