La nueva ubicación de la ciudad deportiva del Real Oviedo tensa las relaciones con el Ayuntamiento

Después de dos malas experiencias, los dirigentes oviedistas parecen haber aprendido y se han autoimpuesto el silencio total. Nadie en el club quiere reconocer que los terrenos ofrecidos en Siero son sus preferidos. Además, desde la entidad se entiende que deben ser respetuosos con el consistorio y, tras haber hecho la petición formal por el Asturcón, podría haber un encuentro en los próximos días en el que se le permita a los responsables municipales realizar planteamientos que encajen en las pretensiones del Grupo Pachuca.

No será fácil que desde la capital se igualen las ventajas que han aparecido en Siero. La extensión del terreno permite al Oviedo desarrollar el plan original que tenía y que siempre apuntó a las diez hectáreas. Las trabas legales para el inicio de las obras son menores en Siero, ya que los terrenos afectados no deben pasar por modificaciones del plan general urbanístico y desde el ayuntamiento sierense se ha comprometido colaboración absoluta para acortar los plazos. El factor definitivo apunta al precio de los terrenos. La Belga ofrece suelo a un precio mucho más asequible que el resto de opciones y ese aspecto es muy valorado por los responsables del Grupo Pachuca.

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En el ayuntamiento gobernado por Alfredo Canteli hay resquemor con los dirigentes azules ya que no tenían conocimiento de las gestiones que estaba llevando a cabo el Oviedo en Siero y consideran deslealenterarse por los medios de comunicación. Las relaciones entre el club azul y el consistorio no atraviesan el mejor momento y si la ciudad deportiva termina en Siero amenaza con empeorar las cosas.

En la última intervención de Martín Peláez sobre el asunto de la ciudad deportiva, el presidente azul dejó claro que no iban a permitir la politización del club: «Tanto el Grupo Pachuca como el Real Oviedo somos una organización prudente, honesta y respetuosa, no vamos a permitir que el proyecto de nuestra nueva ciudad deportiva se politice o que nos utilicen políticamente. El Oviedo es autónomo». Y la respuesta municipal fue un duro comunicado acusándole de romper el diálogo institucional.