Real Oviedo

Javi Calleja, adiós con «pena e impotencia por no poder acabar el trabajo»

Hasta entonces, aunque no era ajeno al runrún que había en torno a su figura, entendía que se iba a sentar en el banquillo ante el Málaga. Su salida le llega «con pena e impotencia por no poder completar el trabajo», dijo ayer en un comunicado que hizo público en sus redes sociales.

En la mañana de ayer acudió a las oficinas del Carlos Tartiere, donde permaneció casi una hora junto a sus colaboradores, para cerrar los aspectos formales de su desvinculación del equipo ovetense, con el que tenía contrato por una temporada más.

Por la tarde acudió a El Requexón, acompañado de Luismi Loro, José Romero y Jesús Unanua, su segundo entrenador, preparador físico y entrenador de porteros, respectivamente. En la reunión que tuvo en el vestuario se mostró agradecido en general con los jugadores, aunque no faltó algún reproche e indirecta. Posteriormente, abandonó las instalaciones de El Requexón al volante del su vehículo particular y se paró a la altura de los medios de comunicación, a los que se dirigió con un «hasta siempre y hala Oviedo».

A última hora de la tarde el ya exentrenador del conjunto azul hizo público un comunicado en sus redes sociales como despedida. Empezó dejando claro lo difícil que se le hacía despedirse –«nuestra aventura juntos ha terminado mucho antes de lo que hubiera deseado»– y afirmó que lo hace con «pena e impotencia por no poder completar el trabajo que estábamos desarrollando».

Lo que sí quiso dejar claro el entrenador madrileño es que dejan el Real Oviedo «con la conciencia tranquila de haber dado el máximo y convencido de que habríamos logrado el objetivo a final de temporada». En ese sentido, aprovechó para recordar que había llegado en verano a un club que tenía el objetivo de subir a Primera y lo deja «en 'play off' de ascenso, tras 17 jornadas en esos puestos, y con todas las opciones de pelear por ello». Una de las afirmaciones más rotundas fue al asegurar que el equipo en la clasificación está «ni más ni menos que donde tiene que estar».

Además de agradecer a todos los estamentos de la entidad su apoyo durante todo este tiempo, el entrenador reconoce que se le hace más difícil salir porque «lo que hemos vivido en Oviedo lo hace aún más duro». También explicó que desde el primer día que pisó la ciudad se dio cuenta de «la magnitud del club, al que llegaba, fundamentalmente, por su calado a nivel social» y acabó diciendo que va a echar «mucho de menos cómo se vive el fútbol aquí». Por último, dio las gracias «por todo, Oviedo». «Espero que en junio estemos celebrando el ascenso», añadió.