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No está siendo una semana más en el Real Oviedo. La presencia de Jesús Martínez en la ciudad cambia el escenario del club y del equipo y Javi Calleja se mostro encantado con la presencia del presidente del Grupo Pachuca: «Ayer tuve el placer de conocer en persona a Jesús, es la primera vez que nos vemos. Fue un encuentro súper positivo, la visita nos vino a todos bien porque transmite fuerza, energía y ganas. Nos arengó en el vestuario. Todo el que viste la camiseta del Oviedo es inconformista, estamos haciendo una buena temporada, pero siempre queremos mejorar. Él ve que el equipo puede dar más y eso tenemos que hacer».
La charla que mantuvo con los jugadores en el vestuario fue especialmente motivadora: «Da gusto escucharle, sobre todo la manera de transmitir y sentir el Oviedo. A todo le pone pasión y eso contagia. El vestuario salió encantado. Se puede hacer un año histórico y todos somos conscientes, lo mejor está por llegar, creo firmemente en ello. La temporada está siendo positiva, pero quedan 13 partidos y hay que hacerlo mejor para poder ascender».
La exigencia que les puso tampoco es una novedad: «No me sorprendió nada Jesús porque hablo todas las semanas con él. Conozco su carácter y su forma de ser, conozco su mentalidad. Le doy total normalidad a su discurso, porque es vehemente y pasional. Es una persona inteligente que lleva muchos años en el fútbol y que sabe que el equipo tiene potencial para ascender. Nosotros somos los primeros que lo sabemos».
Lo que no debe pasar es que el equipo sienta un exceso de presión: «Hay que hilar fino en todo esto. Una cosa es el querer más, ser ambiciosos y autoexigirse y otra es saber que se están haciendo las cosas bien y que estamos donde tenemos que estar. Estamos luchando con los mejores y en esta liga hay momentos de todo tipo. El mensaje es que quedan trece partidos y hay que ir a por todas. Nos ha transmitido confianza e ilusión, también nos ha felicitado. Cuando no han salido bien las cosas, Jesús ha ayudado y ha tenido buenas palabras. Ahora, quedando el final, el mensaje es que hay que ser mejores».
Sobre el encuentro de mañana, Calleja tiene claro que la presión recae al 100% en los suyos: «No es fácil jugar en el Real Oviedo. Es bueno y fácil jugar en una plantilla con muchos argumentos, para ser ambiciosos. Eso sí. El Mirandés también los tiene, pero además, a favor de ellos juega que su objetivo real a principio de temporada no era el ascenso. Por eso van sin ningún tipo de presión, saboreando cada momento y disfrutando del día a día. No tienen nada que perder y eso sí es positivo para ellos».
Una buena noticia para el Oviedo es el regreso de Santi Cazorla: «Le veo bien, está haciendo una semana fantástica. Nos estamos olvidando ya de esas molestias y lo único que nos preocupa es que complete los entrenamientos y esté de la mejor forma para jugar. No lo veo para titular, pero sí para contar con él».
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