Pachuca da un golpe de timón al Oviedo con las salidas de Bolo y Tito

La decisión de descabezar el proyecto deportivo de la entidad azul supone un giro de timón del Grupo Pachuca que rompe con la planificación que se había acordado en la entidad tras la compra de la mayoría de las acciones al Grupo Carso hace tres meses.

El club hizo público ayer por la mañana un comunicado en el que aseguraba que «tras los resultados deportivos cosechados en las últimas jornadas, ha decidido acometer una serie de modificaciones en la estructura del área deportiva de la entidad» y añadía que esos cambios se llevaban a cabo «en busca de la mejoría en el camino a la excelencia que merece una afición y una entidad como la nuestra».

A continuación, se informaba que «el director deportivo, Vicente 'Tito' Blanco finaliza su etapa en el club, así como el entrenador Jon Pérez Bolo y el cuerpo técnico que le acompaña desde su llegada». El comunicado también agradecía el trabajo, entrega y profesionalidad de ambos y les deseaba suerte en el futuro personal y profesional.

También se informaba que hasta la llegada del nuevo entrenador se harán cargo del equipo de forma interina el entrenador del filial, Jaime Álvarez, y el del juvenil, Paco Fernández.

Aunque la noticia se anunció ayer por la mañana, estaba tomada antes, incluso todo apunta a que en caso de una victoria ante el Albacete el relevo se iba a producir. La rueda de prensa de Bolo tras el encuentro del Carlos Belmonte tuvo cierto sabor a despedida.

El presidente del club, Martín Peláez, y el director general, Agustín Lleida, en contacto permanente con el presidente del grupo Pachuca, Jesús Martínez, fueron los encargados de tomar la decisión y de comunicarla a los interesados. El equipo, tras el encuentro ante el Albacete, viajó a Alicante donde pernoctó para volar ayer a Oviedo.

En el hotel donde hizo noche el equipo tuvo lugar una reunión ayer por la mañana entre Martín Peláez, Agustín Lleida, Manuel Paredes, César Martín, Jon Pérez Bolo y Tito Blanco. En el transcurso de la misma se comunicó al entrenador y director deportivo la decisión de su salida del club. Posteriormente, la expedición viajó a mediodía a tierras asturianas. Tito Blanco no lo hizo con el equipo.

Cuando el pasado 12 de julio se anunció la compra de las acciones del club por parte del Grupo Pachuca, tanto Tito Blanco como Bolo acababan de aterrizar en el conjunto azul. El director deportivo fue anunciado el ocho de junio para ocupar la plaza que dejó vacante Rubén Reyes, tras su marcha al Leganés.

El club había barajado varias alternativas para el cargo, entre las que la preferida era la de Chema Aragón, director deportivo del Mirandés. Sin embargo, no pudo rescindir su contrato y por ello el club buscó otros candidatos, entre los que finalmente el elegido fue Tito Blanco.

Con la llegada del Grupo Pachuca, Tito Blanco se mantuvo en su cargo y pasó de despachar con los responsables del Grupo Carso a hacerlo con los nuevos propietarios de la entidad, con los que se entendió y realizó operaciones como los mexicanos Alonso Aceves y Marcelo Flores. Hace unas semanas realizó un viaje a México para conocer la forma de trabajar del grupo, pero resultó fallido al no poder entrar en el país por problemas burocráticos.

Ahora está por conocer el futuro de Carlos Carreño, persona de confianza de Tito que se incorporó a la entidad hace un par de meses.

Una de las primeras tareas de Tito fue buscar un sustituo para Ziganda. El elegido fue Jon Pérez Bolo, con el que el club ya había contactado antes de su llegada. No era la primera opción de la dirección deportiva, que apostaba por Julio Velázquez.

Junto a Bolo formaban su cuerpo técnico Pablo Lago, como segundo entrenador, Pablo Santis, preparador físico y Asier Diéz, como analista.

Todos ellos abandonan el club junto al técnico, mientras que Sergio Segura, entrenador de porteros desde hace varias temporadas, permanecerá en la entidad a la espera de la llegada de un nuevo entrenador y su equipo de trabajo.