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El riesgo de sufrir un «golpe de calor» mientras se practica senderismo o cualquier otra actividad en la montaña es alto, sobre todo con la llegada del verano y cuando la subida de la temperatura ambiente supera a la de nuestro cuerpo. Es en esa situación cuando, además de la hidratación, juega un papel especialmente importante un artículo tan sencillo e indispensable en cualquier botiquín o mochila de senderismo, como es la manta térmica.
Este es un artículo de emergencia que cuenta con dos caras de dos colores diferentes. Por un lado, un reverso dorado y por el otro, un anverso plateado y cada una de estas caras sirve para regular la temperatura corporal. En 'De Montaña por Asturias' te explicaremos cómo usar la manta térmica y cómo prevenir con ella un posible golpe de calor.
Antes de explicarte cómo prevenir un 'golpe de calor' con la ayuda de este artículo de emergencia, es importante entender cómo se produce este shock térmico y sus síntomas. Para entender este aumento desproporcionado de la temperatura corporal, hay que saber que suele producirse como consecuencia de una exposición prolongada al sol o por el simple hecho de hacer ejercicio en ambientes calurosos.
Cuando ese golpe de calor ocurre, también facilita que nuestro organismo pierda agua y sales minerales esenciales para su buen funcionamiento. Es en este tipo de situaciones cuando nuestro cuerpo encontrará dificultades para regular la temperatura corporal con los mecanismos habituales, como es el caso de la sudoración, razón por la que aumentará nuestra temperatura corporal produciéndose el 'golpe de calor' y sus síntomas.
Principales síntomas del golpe de calor:
Mucha sed y sequedad en la boca
Piel seca y enrojecida
Náuseas y vómitos
Fiebre de 40ºC o más
Exceso de sudoración
Sensación de calor sofocante
Cansancio, fatiga y debilidad
Calambres musculares
Dolor de estómago
Dolor de cabeza
Pulso acelerado
Mareos y desmayo
Desorientación, delirio o incluso coma
En el caso de prevenir un golpe de calor, tendremos que envolver a la persona que lo esté sufriendo con la manta térmica y dejando el lado plateado hacia afuera y, al contrario que ocurriría en un caso de hipotermia, dejar que la manta cubra el cuerpo de la persona afectada pero sin estar completamente pegada a su cuerpo, para que entre la manta y el cuerpo pueda correr algo de aire facilitando así la bajada de temperatura. En esta posición la parte plateada reflejará la luz y el calor, por lo que será de gran ayuda para que la persona afectada pueda bajar su temperatura corporal.
También tendremos que procurar ubicar a la persona afectada bajo una sombra o en su defecto, usar la misma manta térmica a modo de toldo.
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Además de ayudar a prevenir un golpe de calor, la manta térmica también puede ayudar a enfrentarse a las bajas temperaturas o para prevenir un posible caso de hipotermia. Y es que, aunque la hipotermia suele asociarse al invierno y a las temperaturas bajas, lo cierto es que también puede darse en otras condiciones y fuera de la temporada de invierno, sobre todo cuando los termómetros bajan de repente, cuando nos encontramos en cotas más altas o por ejemplo cuando nos cala la lluvia.
En cualquiera de estos casos, la ropa de abrigo y el uso de la manta térmica tendrán un papel fundamental para aislar a la persona afectada del frío y prevenir que pueda desencadenarse la hipotermia. En este caso, hablamos de prevenir y no de remediar, ya que la hipotermia si se presenta debe ser tratada con la mayor rapidez posible, por lo que tendremos que estar muy pendientes de los posibles síntomas (escalofríos, balbuceo, respiración lenta, pulso débil, desorientación, falta de energía, falta de coordinación…).
La manta térmica lo que ayudará, será a mantener el calor corporal, para ello tendremos que cubrir a la persona con la manta ciñéndola a su cuerpo y dejando el lado dorado hacia afuera, ya que de esta forma el dorado absorberá la luz del sol y el calor del exterior, mientras que el plateado reflejará el calor que emane del cuerpo provocando así una especie de efecto invernadero y ayudando a recuperar la temperatura corporal de la persona afectada.
Para pedir auxilio en caso de búsqueda aérea. Para ello simplemente tendrás que colocarla sobre el suelo dejando el lado plateado hacia arriba y fijándola al suelo con algún objeto pesado o con piedras. Esto facilitará que puedan localizarte más fácilmente.
Como reflectante en tramos en los que tengas que andar por carretera y si no cuentas con ninguna luz luminosa o ropa reflectante.
Para aislar del suelo en el caso de una acampada o para aislar el techo de una tienda de campaña.
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