Borrar
Pedro E. de la Fuente, Inmaculada Barros, Pilar Nieto y Alan M. Bernal, de UR CEFIVA, con Mónica Yugueros, de EL COMERCIO (a la izquierda), en el Centro Municipal de El Llano, donde se inauguraron las Charlas de la Salud del periódico de este año. José Simal
Charlas de la salud

«La mayoría de nuestros niños proceden de embriones congelados»

Los especialistas en reproducción asistida aconsejan a las mujeres conocer su reserva ovárica. «A los 35 baja drásticamente año a año»

Jueves, 10 de abril 2025, 07:17

Dice el doctor Pedro E. de la Fuente, director y fundador de UR CEFIVA (Grupo Internacional de Reproducción Asistida), que cada año acuden más mujeres a consulta para preservar sus ovocitos porque, de momento, no ha llegado la ocasión de ser madres. Por distintas razones. Las más comunes son las laborales o porque no han encontrado la pareja idónea aún. Ahora bien, la edad juega un papel importante. El 'tope' para congelar óvulos serían «los 35 años» , señalaron casi al unísono las embriólogas Inmaculada Barros y Pilar Nieto en la primera de las Charlas de la Salud de El COMERCIO de este año. «A partir de los 35, los óvulos congelan mal. Lo ideal es que vengan antes y se hagan mucho antes también los estudios de reserva ovárica».

Éste –que las mujeres conozcan su reserva ovárica– fue uno de los principales mensajes del encuentro en el que también participó el doctor Alan M. Bernal, especialista en Obstetricia y Ginecología de UR CEFIVA. «Todas las mujeres nacen con un determinado número de óvulos que, conforme van avanzando en edad, pierden. Obviamente, no vamos a saber el número exacto, pero podemos conocer si hay una buena o mala reserva ovárica», indicó. Hay dos maneras de averiguarlo. «Una es mediante una ecografía, donde se puede hacer un conteo de los folículos ováricos, que son pequeños saquitos que están en el óvulo. Una mujer en edad fértil tiene que tener diez folículos. Si vemos que hay más, la reserva es buena. Si hay menos, la reserva es baja, y si hay muy pocos, hay muy baja reserva». La segunda forma de saberlo es con un estudio hormonal, ya que «la hormona antimulleriana es un indicador del grado de reserva».

«Hacemos un diagnóstico genético de los embriones antes de implantarlos. La tasa de embarazo es del 60% en un ciclo»

Pedro E. de la Fuente

Director y fundador de UR CEFIVA

«A partir de los 35 años los óvulos congelan mal. Lo ideal es que vengan antes, habiéndose hecho estudios de reserva ovárica»

Pilar Nieto

Embrióloga

A partir de esas dos pruebas se determina el tratamiento de la paciente. Si la reserva es baja, la inseminación artificial (juntar los espermatozoides e introducirlos en la cavidad uterina). Si la reserva es muy baja, la fecundación in vitro, en la que –en quirófano y bajo sedación– se extraen los ovocitos a la mujer y en laboratorio se unen con los espermatozoides en una placa de cultivo (fecundación in vitro tradicional) o, una vez extraídos, se inyecta el espermatozoide dentro del óvulo con inyección espermática (ICSI).

Aparte de la edad, hay más factores que influyen para tener una baja reserva ovárica: fumar, la obesidad o la edad en la que la madre empezó con la menopausia. Llegados a este punto, el doctor Pedro E. de la Fuente quiso hacer un apunte y dar un «tirón de orejas» a sus colegas ginecólogos, porque «en una revisión es muy fácil estimar el número de folículos que se ven en el ovario. Se puede conocer la reserva ovárica con una ecografía. Con un ecógrafo normal y un análisis de sangre. Sabiéndolo, la mujer puede tomar decisiones acerca de la maternidad».

«Además de la edad, influyen factores como el tabaco, la obesidad, la edad a la que la madre empezó con la menopausia»

Alan M. Bernal

Especialista en Obstetricia y Ginecología

«El varón es el gran olvidado. No basta con tener espermatozoides; hay que estudiar su interior, si están dañados»

Inmaculada Barros

Embrióloga

La fertilidad masculina

En la jornada – que cuenta con el apoyo de Caja Rural de Asturias, Fuensanta y el Centro Municipal de El Llano en Gijón– , el facultativo subrayó que los adelantos en la tecnología han sido tales, que «la mayoría de nuestros niños proceden de embriones congelados». Ha habido avances en criobiología y también, muchos, en genética. «Nuestro objetivo es tener un niño sano en casa». Aludió en este punto a la técnicas de PGTA, el diagnóstico genético de los embriones antes de implantarlos y que permite seleccionar aquellos libres de anomalías cromosómicas. «La tasa de embarazo es superior al 60% cuando en un ciclo natural es del 30%. Es decir, hemos duplicado las probabilidades de éxito con la técnica de biopsia embrionaria».

A lo largo de la hora larga de encuentro con los especialistas de CEFIVA (un centro pionero en España en reproducción asistida, que ha contribuido a traer al mundo a 5.000 niños en 36 años de trayectoria) se abordaron muchos asuntos. Los cambios sociales y legislativos, la incorporación de la inteligencia artificial, técnicas experimentales como inyectar el contenido de factores de crecimiento que están en las plaquetas... Pero también cómo «el varón es el gran olvidado». Porque «aunque cada 72 días se producen nuevos espermatozoides, la edad sí influye en la fertilidad. A partir de los 50, disminuye y hay mayores posibilidades de enfermedades en el bebé». «No basta, además, con tener espermetozoides», agregó Inmaculada Barros. «Puede ocurrir que su cadena de ADN esté fragmentada o rota. Podemos estudiar cómo está ese espermatozoide por dentro y seleccionar los menos dañados».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «La mayoría de nuestros niños proceden de embriones congelados»