«El año que viene vendremos a por el triplete»

El día después. Jeremy Candy y Quentin Urban, los flamantes vencedores de la 85 edición del Descenso Internacional del Sella el pasado sábado, saborearon su triunfo más que nunca. La pareja francesa alzó los brazos por segundo año consecutivo bajo el Puente de Ribadesella en la popular carrera que contó con el mayor nivel de los últimos años según técnicos, palistas y aficionados. Y es que hasta una docena de K-2 optaban a uno de los títulos más valorados por los mejores piragüistas del mundo de la modalidad de maratón, que no se quieren perder la carrera por su enorme prestigio a nivel internacional.

Tanto Candy como Urban recuerdan un día después, en un encuentro con el EL COMERCIO ayer en Arriondas a primera hora de la mañana, antes de volar a París vía Bilbao, el espectacular esprint «que nos dio la victoria tras recuperar posiciones desde el principio de la prueba». No se lo podían creer. Quedaron segundos en 2019, el año que ganaron José Julián Becerro y Miguel Fernández Castañón. De forma increíble vencieron tras la pandemia, en 2022, y anteayer revalidaron con todo merecimento el título, pese a la presión de ser el K-2 a batir, el mismo en el que todas las embarcaciones pusieron sus ojos. «Esta victoria significa mucho para nosotros, tiene un valor añadido por cómo se produjo», recalca Quentin.

La pareja gala tiene argumentos de sobra para afirmarlo. En primer lugar, el río estaba muy bajo y la participación fue de auténtico lujo con españoles, asturianos bien conocedores del río, alemanes, sudafricanos, daneses y argentinos. «Esto es algo bueno y motivador para nosotros» insiste el binomio vencedor al entender que da más prestigio a su triunfo.

Además, en opinión de Candy, para un piragüista ganar el Descenso Internacional del Sella es algo excepcional, «todos quieren tener uno en su palmarés, por algo será». Tras su sonada victoria, los palistas franceses se sumaron posteriormente a la fiesta de Las Piraguas, aunque de forma cauta, «porque en breve tendremos que competir en el Campeonato del Mundo de maratón y queremos rematar el año con el oro, lo que sería histórico para nosotros». Un hecho que reconocen que ni en sus mejores sueños se cumpliría. «Estamos en un gran momento y lo vamos a intentar», añaden.

Estuvieron por Arriondas y Ribadesella, tras su destacado triunfo, recibiendo el calor de los aficionados y, por supuesto, degustaron de nuevo fabada y bebieron algún que otro culín de sidra, aunque con mesura ante la inminente e importante cita que tendrán a finales de este mes en Vejen y Kolding (Dinamarca).

Candy y Urban no se lo piensan dos veces y explicaron a este periódico antes de volver a Francia que, aunque están centrados ahora en el mencionado Campeonato del Mundo en tierras nórdicas, ya están pensando en el Sella del próximo año, «porque sin lugar a dudas, es la mejor carrera de piragüismo del mundo, no nos la queremos perder y claro que nos gustaría hacer un triplete».

Describen que la emblemática prueba del primer sábado de agosto la hacen especial sus gentes, sus montañas y el entorno que rodea la carrera, sin olvidar la amabilidad de sus organizadores que, bajo su punto de vista, nos hacen sentir «como en casa».

También halagaron la gran deportividad al ser felicitados por todos sus principales rivales, en especial de Walter, Álvaro, Julio y Miguel, entre otros, quienes reconocieron por segundo año consecutivo la hazaña de los galos, que entran en la historia de la más popular carrera de piragüismo del planeta.