-kVvB-RI900OBrkfo2yzoD6GZvWLO-758x531@El%20Comercio.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Gijón
Lunes, 28 de abril 2025
El funeral en memoria del Papa Francisco consiguió el milagro: unanimidad entre la clase política asturiana . A la llamada del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, acudieron a la catedral de Oviedo todos, salvo los que nunca participan en ceremonias religiosas. Y lo hicieron con un mensaje común: el mundo ha despedido «a un Papa irrepetible».
La frase fue de Adrián Barbón, pero la misma filosofía impregnó las palabras de la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra; del presidente de la Junta General del Principado, Juan Cofiño; del presidente del PP, Álvaro Queipo, que acudió con la mayoría del grupo parlamentario; de Carolina López, portavoz de Vox; de Adrián Pumares, portavoz de Foro en la Junta General del Principado, así como del alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, y la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón. El mundo de los operadores jurídicos estuvo representado por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) y de la fiscal Superior, María Eugenia Prendes.
El más madrugador en llegar a la catedral de Oviedo fue Álvaro Queipo. En sus palabras, «Francisco fue un gran Papa» una visión, dijo, «que tenemos en Asturias, en España y en el mundo». El fallecido fue «un Papa cercano, humildes y modesto. Un Papa que nos enseñó lo mejor de la religión, cómo amarnos unos a otros y cómo convivir en hermandad». Para él, esos valores «todos tenemos que trabajar para fomentar. Fue una inspiración».
Noticia relacionada
En la misma línea se manifestó el presidente de la Junta General del Principado. Juan Cofiño, dejó claro que «despedimos a un Papa que, creo, ha dejado una huella imborrable. Un Papa muy protagonista, en el mejor sentido de la palabra. Creo que trasciende, incluso, el mundo de los creyentes». En su opinión, «ha sido un Papa transversal que se ha ganado el aprecio del mundo».
Una sensación que comparte el portavoz de Foro en la Junta, Adrián Pumares. «Ha sido un referente, ha marcado a los católicos y a los que no lo son». En su opinión, «para los que somos católicos, y para los que no, Francisco supuso muchas cosas: una apertura, un acercamiento a los fieles, ha marcado una senda y un camino que ya venía articulando la Iglesia y que, desde luego, va a seguir».
Algo que también destacaron los regidores asistentes. Para Alfredo Canteli «fue un Papa que se preocupó más de los pobres que de los ricos», mientras que para Carmen Moriyón «se ha muerto un líder inspirador. Hay pocos líderes con ese carisma. Hay que seguir su estela», pidió. Para el presidente del TSJA, Jesús Chamorro, «se ha ido una gran persona» que ha calado «entre los creyentes, como yo, y entre los que no lo son».
Un mensaje con el que comulga el presidente regional. Confesó que acudió al acto «como presidente del Principado, pero también como creyente», porque, dijo, «creo que pocas veces vemos una unanimidad tan amplia en la sociedad asturiana a la hora de despedir a alguien». De hecho, recordó al fallecido arzobispo de Oviedo por antonomasia, Gabino Díaz Merchán, «salvando las distancias, él también fue reconocido por el conjunto de la sociedad asturiana, pensaran lo que pensaran, creyentes o no creyentes. Con el Papa pasó lo mismo».
En su opinión, «ha sido una figura irrepetible, de la historia de la iglesia y de la humanidad. Ha sido el Papa de la cercanía, el que más ha apostado por que las mujeres tengan protagonismo en la estructura del Vaticano. Ha sido el Papa de los humildes, de los pobres, que se abrazó a los migrantes, su primer acto fue precisamente, ir allí, sin situ, a recibir en la isla a la que llegaban. Mientras otros los condenan, él los recibió con un abrazo». Para Barbón, que llegó a emocionarse mientras hablaba, Francisco «ha dado voz a los sin voz. Ha sido capaz de decir que nadie está descartado a los ojos de Dios. Es un Papa irrepetible», sentenció.
Y como él opinó la delegada del Gobierno en Asturias. Para Adriana Lastra, Francisco «fue un digno líder de la iglesia católica. Fue un hombre que consiguió abrir la Iglesia a los desheredados de la tierra, un hombre preocupado por la paz, que reivindicaba siempre acabar con la guerra cruel e injusta de Gaza, también con la de Ucrania». Se mostró convencida de que «se preocupaba por los más humildes del mundo y que abrió la iglesia católica, precisamente, a aquellos que estaban alejados porque entendían que hasta el papado de Francisco, la iglesia se dedicaba a otras cosas». Además de apuntar que «Francisco fue, ademas de un buen hombre, un buen Papa» y lamentar «profundamente su muerte», abogó porque «quien salga elegido en el cónclave siga la senda del Papa Francisco».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.