Los trabajadores de Alu Ibérica advierten de un futuro «bastante negro»

El presidente del comité de empresa de Alu Ibérica Avilés, la antigua Alcoa, José Manuel Gómez de la Uz, ha declarado este lunes que ahora hay que estar «a brazo partido» con el Gobierno en la lucha contra el coronavirus, pero, al mismo tiempo, ha mostrado su esperanza en que rectifique y aplique una política industrial «creíble» frente al «negro futuro» que asoma ahora. «Lo que toca es estar a brazo partido con el actual Gobierno, con sus aciertos o equivocaciones, porque lo que tenemos que hacer todos, desde nuestras responsabilidades, es trabajar para mitigar esta pandemia», ha indicado a Efe Gómez de la Uz. A partir de ese punto, el presidente del comité de empresa cree que el futuro «se presenta bastante negro».

«Lo que sí esperamos es que este Gobierno, que, hasta ahora, no ha sabido darse cuenta de la importancia de la industria y, sobre todo, de sectores como los nuestros que necesitan competir en mercados internacionales, rectifique y nos dé las herramientas suficientes para poder competir», ha subrayado. Para ello, el Gobierno ha de poner en práctica una política industrial «creíble» que ponga a España «en competencia con los demás países». «Porque está claro que lo vamos a pasar todos muy mal y así se nos está diciendo ya, con una pérdida grande de clientes que estamos teniendo todos; necesitamos de una ayuda de un Gobierno competente en esa materia», ha declarado José Manuel Gómez de la Uz.

La dirección de Alu Ibérica decidió hace una semana paralizar su actividad y dejar operativo únicamente personal de mantenimiento, vigilancia y enfermería, para dar cumplimiento a la nueva regulación por la que se estableció un permiso retribuido recuperable con carácter general hasta el 9 de abril.

Antes de la crisis por el coronavirus, hasta este mes de febrero, los planes del fondo suizo Parter, propietaria de las plantas de Avilés y A Coruña, era invertir en todo lo que tiene que ver con el aluminio de reciclaje, el verde, por considerar que ahí está el futuro. También estaba dispuesto a arrancar parte de las series de electrolisis, al menos una en cada planta, pero ello dependía de los costes de la energía eléctrica derivados del estatuto para las electrointensivas.

El fondo suizo contemplaba un plan de inversiones, que incluía 10 millones de euros, en la confianza de que tanto el Ministerio de Industria como la autonomías ayudaran a ir más allá.

El compromiso adquirido el pasado verano con las plantas de Avilés y de A Coruña era el de mantener el empleo y la actividad al menos durante dos años.