Coronavirus en Asturias | Las mujeres tienen mayor probabilidad de enfermar pero los hombres de acabar ingresados

Según los datos presentados, Margolles destacó que «las mujeres tiene un 20% más posibilidad de enfermar que los hombres aunque en el caso de estos, suelen ser casos más graves que necesitan ingreso». La razón vino fundamenta por los perfiles laborales donde a día de hoy, el empleo femenino sigue siendo mayorotario. Es decir, aquellos relacionados con el mundo sociosanitario y laboral. No obstante, y como se apuntaba, en el caso de los hombres, la probabilidad de acabar ingresados por contagio de coronavirus es un 20% superior. Este porcentaje sube aún más si se presta atención a los que lo hacen en la UCI, un 120% más.

Justo en el lado contrario de la balanca está la incidencia del COVID-19 en los más pequeños. Aquí, y según los datos disponibles hasta el 7 de abril, tan solo se han contabilizado 30 casos en menores hasta 19 años. De ellos, 9 son menores de 10 años, un 0,5% sobre el total.

Igualmente importante es el donde y ahí la concentración se producen en el área central de Asturias con especial incidencia, por este orden, en Oviedo (491 casos), Gijón (273 casos) y Avilés (114 casos). También entre aquellas personas con mayor vida social y que se mueven en mayor número de entornos.

Respecto a la evolución de la incidencia del coronavirus en Asturias, el Jefe de Vigilancia Epidemiológica, Ismael Huerta, subrayó que «llegamos a un máximo el 28 de marzo y ahora la tendencia es descendente, lo que no significa que vayamos a acabar pronto sino que mantendremos un nivel de transmisión bajo durante un tiempo». En este sentido, uno de los puntos que podría hacer crecer la curva de casos confirmados sería el inicio de realización de test rápidos y que «será normal que provoque un repunte los próximos días». «Entra dentro de los esperable», dijo Huerta. El epidemiólogo insistió en las cifras ofrecidas por Mario Margolles: el predominio de casos entre los 40 7 80 años; mayores de 60 años en el caso de los ingresados y ya en la UCI, entre 60 y 80.

Otro aspecto que haría engrosar la cifra de casos confirmados son aquellos que permanecen aislados como posibles 'sospechosos' sin que se les haya realizado aún tipo de prueba que lo confirme. La principal vigilancia se está produciendo a través de la Atención Primaria, que hace un seguimiento puntual de estos casos, y que, a día de hoy cifra en más de 4.500 personas. Este tema está relacionado con dos puntos en marcha y que siguen sin concretarse: la puesta en funcionamiento del hospital de campaña instalado en el recinto ferial gijonés y la habilitación de las 'arca de noé' en instalaciones municipales. Del segundo, las autoridades sanitarias presumieron de llevar trabajando en este punto desde hacía semanas, sin concretar el listado enviado al Gobierno central -cuyo plazo finalizaba hoy- y su eventual uso. Respeto al hospital gijonés que, tras anunciar a bombo y plantillo, sigue parado: se queda a la espera de ver qué casos entran en el nivel asistencial para trasladarse a dicho lugar.

El director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, destacó el descenso de la curva pero «no tenemos que bajar la guardia y seguir trabajando con calma, prudencia y de forma activa». Cofiño valoró las medidas tomadas en el Principado para anticipándose al decreto de estado de alarma del Gobierno central como algo básico para haber contenido la propagación del virus, a diferente de otras comunidades autónomas.

A pesar del inicio de realización de test rápidos durante la última semana, el director general de Salud Pública siguió apostando por la prueba PCR, la que se viene haciendo en Asturias desde el primer momento. Asimismo recordó que es necesario que hayan pasado 7-10 días para que las pruebas rápidas detecten un caso positivo. Sí quiso destacar la baja tasa de letalidad del COVID-19 en Asturias respeto a la media española. Un 5,4% frente al 9,9%, una distancia que aumenta sí se compara con otras comunidades autónomas como Madrid o Cataluña.

Preguntado por la posibilidad de copiar la iniciativa de Castilla y León de emitr un carné de inmunidad a quien haya pasado el virus, Rafael Cofiño no descartó la idea. De hecho, avanzó que «se está reflexionado y estudiando porque tiene tantos pro como contra, habría que ver el esfuerzo que supone esta acción», concluyó.