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El maltratador arrastra a su perra tras dispararle.

El mejor amigo de su asesino

Animalistas y cazadores acusarán al hombre que apaleó y disparó a su perra, que ayer murió en Lugo

antonio corbillón

Miércoles, 4 de diciembre 2019, 04:40

La agonía de la perra que fue apaleada y disparada por un hombre en un aldea de Chantada (Lugo) el sábado acabó ayer tarde en un hospital veterinario de Lugo. El animal no pudo recuperarse del impacto que le había atravesado dos extremidades ni de la tunda de palos que recibió. Había parido media docena de cachorros hacía quince días.

La brutalidad del autor, un agricultor de unos sesenta años de la aldea Soilán do Monte, quedó plasmada en unas imágenes que han encendido las redes sociales. Anoche, la suma de firmas para pedir que se endurezca la ley de Maltrato Animal superaba las 155.000 en sus dos frentes abiertos: change.org alcanzó las 20.000 peticiones; y Pacma, las 135.000.

Además, una manifestación recorrió las calles de Vigo. A la cabeza, la presidenta de Pacma, Laura Duarte, que, de camino a la ciudad gallega, reclamó ese endurecimiento de las condenas. «Este hombre podría no entrar en prisión, ya que las penas por maltrato animal siguen siendo ridículas en nuestro país y, salvo que cuente con antecedentes penales, no entrará en la cárcel».

La necropsia del animal se realizó ayer tarde para incorporar el informe a las diligencias abiertas por la Guardia Civil. Último paso de un sórdido ejemplo de maltrato que comenzó el sábado. Un disparo y los gritos lastimeros de la perra interrumpieron el viaje de Ramón Feijoó y Virginia González por la N-540 a la altura de Chantada. Desde el asiento de copiloto, Virginia acertó a ver junto al arcén a un hombre, su escopeta y su perra tirada en el suelo. «¡Ha matado a la perra, la ha matado!» gritó la mujer.

Al ver a los testigos, el maltratador ató una cuerda al cuello del animal y comenzó a arrastrarlo camino de su casa. Mientras la perra parecía agonizar, Ramón y Virginia se enfrentaron al hombre y, además de llamar a la Guardia Civil, lograron grabar unas imágenes suyas tirando del can. Al censurarle su actitud, se presentó como «cazador», se puso violento al ver que le estaban grabando y abandonó al animal sobre el asfalto.

Tras la denuncia, los agentes recogieron a la perra, que, tras ser atendida por un veterinario de Chantada, fue derivada al centro donde falleció ayer. Los funcionarios encontraron media docena de cachorros de la perra muerta en la finca de su agresor. Mario González, el mismo veterinario que atendió a la madre, se encarga de su cuidado, antes de trasladarlos a la perrera que presta servicios al Ayuntamiento lucense.

Las primeras alertas se produjeron el mismo sábado, cuando la protectora llanisca Mundo Vivo denunció los hechos y las protestas continuaron el domingo y el lunes, cuando un pequeño grupo de personas se concentró ante el cuartel de la Guardia Civil de Chantada con pancartas de protesta. Los agentes del puesto aclararon que las diligencias ya están en manos del juez de la localidad.

Además, Ramón Feijoó subió el corto vídeo a las redes. Y en estas lo han zarandeado a conveniencia para convertir estos hechos en un nuevo conflicto entre ambientalistas y cazadores. Varias organizaciones como Libera! y Mundo Vivo anunciaron que se personarán como acusación particular. En casi todas las protestas se insistía en la condición de cazador del protagonista. También en su cuenta de Twitter, Pacma compartió el vídeo bajo el título 'Un cazador arrastra por el suelo a su perra'. Y ayer lanzó su campaña de firmas 'Ayúdanos a que este cazador vaya a la cárcel'.

Desde el sector cinegético también hay un clamor. «Hechos brutales así tiran por tierra todos los esfuerzos de la caza regulada por concienciar de nuestro respeto a las leyes», lamentó el director general de la Fundación Artemisán (Defensa de la Caza), Luis Fernando Villanueva. Por eso también denunciamos a los cazadores furtivos cuando tenemos constancia».

Por su parte, el presidente de la Federación de Caza de Lugo, Francisco López, insistió ayer en que el desaprensivo «no está federado» y lamentó que se use su comportamiento para atacarles. También el presidente de la Federación Española de Caza, Ignacio Valle, reiteró su compromiso. «Si realmente este individuo tuviera licencia de caza, vamos a poner en marcha a todo nuestro gabinete jurídico para que no vuelva a practicar la actividad cinegética en su vida».

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