El alcalde de Gijón, herido por la polémica, dimite

Arantxa Margolles Beran

Lunes, 17 de febrero 2025, 09:55

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Volvería pronto al cargo, pero la dimisión de Ramón García-Sala, hace ahora 125 años, fue un cubo de agua fría sobre los ánimos políticos en Gijón. La resolución del alcalde, para quien el puesto había sido «un semillero de disgustos», venía motivada por varios asuntos, siendo el principal de todos ellos los malos aires que se respiraban tras la prohibición de la manifestación republicana del 11 de febrero. En esta polémica, de la que ya dimos cuenta, la figura de García-Sala se había visto perjudicada por la pretensión de que los operarios mandados a retirar la placa en homenaje a Tomás Zarracina lo hubieran sido desde el Consistorio. Pero los ataques no eran nuevos. «Por motivos de carácter puramente privado», denunciábamos ante el golpe en la mesa del alcalde, se habían esgrimido «toda clase de armas en contra de personas cuya gestión como alcaldes o en cualquier otro puesto» a nuestro entender era injusto. Y, ahora, sería difícil «encontrar personas dignas de ocupar tal puesto, dispuestas a ser blanco de las injuriosas apreciaciones que a algunos les venga en gana hacer». Poco hemos cambiado.