Un asturiano, director de la Real Academia de Historia

Economista de rancio abolengo, Gonzalo Anes llegó a las más altas cotas institucionales hace ahora cinco lustros. Fue entonces cuando EL COMERCIO contó que el coañés, «dos veces Premio Nacional de Historia, amigo de las artes y del rigor científico», había llegado a la dirección de la Real Academia de Historia por 26 votos a favor de los 28 emitidos. Por aquel entonces formaban parte de la institución 36 académicos, pero ocho se abstuvieron, y, así, Anes llegó a liderar los designios de la Academia «prácticamente por unanimidad». Acababa de cumplir 68 años y hacía 31 que tenía la cátedra de Historia Económica Mundial. Su«acrisolada capacidad asesora como economista», según reza en la biografía ofrecida por la RAH, le había proveído también de pingües cargos en varios consejos de administración; llegaría a ser detentor de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio y de la de Isabel la Católica, y murió en su cargo de director de la ilustre institución 16 años después de su nombramiento, en 2014, a los 82 años. «Los asturianos estamos en todas partes», decía. Vaya que sí.