¿Por qué se llama así la calle del Agua en Gijón?
Hace un siglo ya era un misterio. Decía la creencia popular de que el nombre le venía «de que la toman como vertedero las casas que la constituyen»; es decir, que desde sus ventanas se arrojasen aguas pútridas... como, en efecto, seguía ocurriendo. Pero eso, ¿era cierto? Un lector preguntó tal día como hoy a nuestro director, que a la sazón lo era Alfredo García, 'Adeflor', y esta fue su respuesta: que el nombre venía «de que en la casa donde tuvo la escuela el antiguo profesor de Enseñanza Primaria don Bernardo existía un pozo artesiano que constantemente vertía sus aguas a dicha calle». Aquella construcción, empero, ya no existía, ni física ni mentalmente en el recuerdo de los gijoneses, «así como tampoco las hoyas de la Peña Santa Ana, detrás de la parroquial de San Pedro, que tantas víctimas han ocasionado», decía 'Adeflor'. «Esto se debe a que el agua de donde procedían aquellas la consumen las industrias constituidas en La Braña». Las tiraba con punta el insigne, en su denodada misión –que era, también, la de todo el periódico de velar por la limpieza de nuestras calles. Y la del Agua... estaba hecha un desastre.