El Plan del 92 pasa a la historia

Tan sólo en Avilés, la reconversión implicaba el cierre de la cabecera siderúrgica cuya posterior urbanización daría lugar al Parque Empresarial Principado de Asturias. También suponía un cambio en los antiguos laboratorios de Ensidesa que evolucionaban hasta un Centro Tecnológico que era la semilla del actual centro de I+D que se encuentra en la vanguardia mundial. Además había un plan de formación del que nunca se supo nada y, sobre todo, una drástica reducción de trabajadores.

La empresa pública adelgazaba en 9.707 empleados, de los que 6.342 pertenecían a Ensidesa y el resto a Altos Hornos de Vizcaya. De los trabajadores de Ensidesa, «la mayor parte» vivían en la comarca, según recordaba José María Urbano en el artículo que, un 3 de enero de 1999, dedicaba al fin del Plan del 92.

Y es que, con la Nochevieja, Ensidesa había vivido las últimas de las sesenta jubilaciones pactadas para el periodo comprendido entre 1992-98.

En su recorrido, Urbano no se olvida de citar algunos de los hitos de un complejo largo y duro, como recordaba el sindicalista Toribio Nuevo Fernández en una entrevista.

Así, se recuerda la histórica Marcha de Hierro que, en 1992, permitió que se desbloqueasen las negociaciones entre la dirección de Ensidesa y los sindicatos sobre las condiciones de las prejubilaciones, una palabra que, desde entonces, se incorporaba a las relaciones laborales. Fue la más importante de las movilizaciones vividas en un año, el 92, intenso en protestas.

Y también éxitos informativos de LA VOZ, como la publicación de las listas completas de todos los trabajadores afectados por la reconversión.

• Temas
• Momentos de la historia