¿Será posible evitar las polémicas artísticas?

Fue la década de los 90 muy dada a las polémicas que hoy se nos antojan viejas. Se había iniciado con el 'Elogio del Horizonte' de Chillida, decíamos hoy hace 25 años, cuando el monumento era ya «símbolo de la ciudad, a pesar de las muchas cosas que se dijeron». En 1998 las críticas vinieron por la colocación, en la zona de Casablanca, de 'Sombras de luz', de Fernando Alba. «Una encuesta telefónica realizada por EL COMERCIO», decíamos, «reveló que esta obra no gustó al 80% de las personas que llamaron». 'Nordeste', de Vaquero Turcios, también sufrió ciertamente la ira popular, y por ello se aseguraba en nuestras páginas, hace ahora 25 años, que se establecería una comisión técnica formada por expertos de la Universidad de Oviedo, la Fundación Municipal de Cultura e independientes, para decidir en torno a la colocación de nuevos monumentos. en la ciudad. Sobre la mesa, solo dos condiciones: que se priorizarían las zonas industriales en reconversión y las obras de artistas asturianos. Hoy podemos asegurar que el arte perdura más allá de las críticas. Para muestra, un botón. Que así siga.