Borrar
Dos sanitarios protegidos trabajan en el interior del Hospital temporal de Ifema. EP

España registra 806 muertes por COVID-19, la cifra más baja de la última semana

Sanidad reconoce que los test de detección siguen sin ser suficientes para todos los casos pero ya prepara una nueva fase de «transición»

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 4 de abril 2020, 11:50

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los datos diarios de mortalidad por coronavirus siguen siendo devastadores a nivel nacional, sin embargo, poco a poco se aprecia que la hora más oscura ha podido pasar y la temida curva de letalidad empieza a aplanarse. Este sábado, el Ministerio de Sanidad anunció un incremento de 809 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, la cifra más baja registrada en la última semana y más esperanzadora que la ofrecida el pasado jueves, cuando se alcanzó el máximo con 950 fallecidos. Esto supone una desaceleración del ritmo de decesos hasta un 7% diario, el menor de la serie histórica. Como ejemplo, hace siete días, la mortalidad crecía diariamente un 11%.

El Gobierno achaca estos resultados al reforzamiento de las medidas restrictivas del estado de alarma puestas en marcha el pasado 28 de mazo y que «confirman la tendencia a la baja que estamos viendo en los últimos días», explicó María José Sierra Moros, la jefa del Área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, y que estos días sustituye en la portavocía al doctor Fernando Simón tras su positivo por COVID-19.

Lo que más preocupa en estos momentos a las autoridades sanitarias son los datos de ocupación de las UCI, donde se sitúa la primera línea de batalla contra la pandemia. Este sábado se registraron 116 nuevos ingresos en este tipo de unidades, una cifra que contribuye a retrasar el temido colapso hospitalario vaticinado para este fin de semana y libera de estrés a estos centros. A ello también se suma que España ya ha dado de alta a 34.219 pacientes desde que comenzó la crisis, 3.706 más en el informe de este sábado, mientras el número de contagios se sitúa ya en 124.736 casos, 7.026 más respecto al viernes (lo que supone una subida del 6%).

Desde Sanidad habían alertado de la importancia de controlar la cifra de nuevos ingresos en UCI, la verdadera razón del confinamiento ciudadano. Muchos de los pacientes pueden permanecer hasta 28 días en este tipo de camas sanitarias lo que contribuye a colapsar las plazas disponibles por la acumulación de nuevos ingresos. El golpe más duro, por tanto, llegará a los hospitales «una o dos semanas después» de que se alcance el pico de contagios y por eso las miradas de los sanitarios se trasladan con temor a la semana que viene. «Los servicios sanitarios ha doblado estos días sus cifras habituales de ocupación de camas, son menos ingresos, pero hay que seguir estando preparados», avisó la doctora Sierra.

La experta en emergencias sanitarias también reconoció lo que ya era un secreto a voces, que los test de detección del coronavirus siguen siendo un bien escaso y limitado en su uso para los enfermos con sintomatología grave, personal sanitario y esencial, como es el caso de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Por ello, Sierra no dudó en reconocer que «es seguro que hay más casos que no se están diagnosticando y, por tanto, no están en estas cifras». También dio cierta validez al estudio del Imperial College londinense publicado el pasado lunes, que dibujaba un escenario de hasta siete millones de españoles contagiados, la gran mayoría asintomáticos, casi un 15% de la población del país.

Este dato lleva al Gobierno a preparar una segunda etapa en el control de la pandemia, la llamada por el comité de seguimiento del coronavirus como «fase de transición». «Estamos planificando estudios de seroprevalencia para ver cuánta población ha pasado ya la enfermedad, lo que nos ayudará con las siguientes medidas que tenemos que ir tomando», matizó Sierra. Es decir, llevar un control de los ciudadanos que cuentan con anticuerpos al haber superado la enfermedad (con o sin síntomas) y que podrían beneficiarse en primer lugar del paulatino levantamiento de las medidas de confinamiento, algo que ya se está planteando en Italia.

«Un rayo de esperanza»

Sin embargo, aún es pronto para llevar a la práctica estas decisiones y, mucho más, para conocer sus resultados, pues la foto real solo se verá «con el paso de las semanas y los meses». Sierra sigue insistiendo en que esta nueva etapa «no será nada fácil», no obstante, resaltó también que ya se percibe «un rayo de esperanza».

Lo cierto es que los expertos que conforman el grupo que asesora a la Moncloa tienen claro que la curva no caerá en forma de V, sino, más bien en forma de U invertida. En este momento España inicia su andadura por la meseta de dicha línea cuyo trazado aún resulta borroso. El estado de alarma se mantendrá hasta el próximo 26 de abril, pero la cercanía del puente de mayo con la fecha final, que puede descontrolar los desplazamientos, hace pensar que las medidas de confinamiento se alargarán, como mínimo, hasta el 4 de mayo. El camino de salida a partir de entonces sigue siendo una incógnita.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios