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El ministro de Sanidad, Salvador Illa y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Efe

Sanidad fía la guerra al virus a las recetas más tradicionales: limitar concentraciones y viajes

Supende eventos deportivos, vuelos, excursiones del Imserso o actos cerrados en Madrid, La Rioja y Vitoria

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Martes, 10 de marzo 2020

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El Ministerio de Sanidad saca la artillería, aunque desde luego no son armas inventadas en el siglo XXI. Catorce días después de que se declarara la crisis sanitaria y tras 1.639 infectados, el Gobierno aprueba el primer gran paquete de medidas nacional para frenar el coronavirus inspirándose en los libros del historia. El ministerio que dirige Salvador Illa fía la contención del COVID-19 a las recetas más tradicionales para combatir cualquier epidemia: prohibir las grandes concentraciones y limitar la movilidad de la población para evitar contagios. «Tan simple como complejo», admiten en Sanidad.

El supuesto plan de choque llega un día después de que el Ejecutivo tuviera que cambiar el paso de manera apresurada para olvidarse del optimismo de los días anteriores y reconocer que no logra controlar la propagación del virus en las denominadas 'zonas de transmisión comunitaria significativa' (la Comunidad de Madrid, la ciudad de Vitoria, la población alavesa de Labastida y desde este martes toda La Rioja).

Illa niega que el Gobierno ordenara no suspender el 8M por motivos políticos: «el aumento de casosel domingo al anochecer»

En este nuevo escenario para el que el Gobierno ha inventado el término «contención reforzada» para no hablar de la temida fase de «mitigación» Sanidad decidió este martes mojarse con algunos de los temas más impopulares como son las suspensiones de manifestaciones deportivas y de ocio. Las medidas aprobadas pasan por prohibir la asistencia de público a todos los eventos, deportivos que «supongan una gran afluencia de aficionados». En realidad, el Gobierno veta todos «aquellos eventos que comporten un movimiento importante de aficionados», como pudieran ser las carreras populares.

El Ejecutivo, por el momento, deja abierta la puerta a mantener otro tipo de manifestaciones «no deportivas» multitudinarias, como pueden ser las celebraciones de la Semana Santa, las ferias de primavera en Andalucía o las elecciones vascas. Estas concentraciones serán «valoradas caso a caso», anticipó Illa.

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En las 'zonas de transmisión significativa' las restricciones de concentraciones serán mayores. Se suspenden en Madrid, La Rioja, Vitoria y Labastida «todas las actividades colectivas en espacios cerrados de más de 1.000 personas». En los actos de menos de un millar de asistentes se reduce a un tercio el aforo para mantener distancia de seguridad entre el público. Los museos quedan fuera de esta prohibición. No así cines o teatros.

Habrá limitaciones también para el sector más vulnerable en esta epidemia, los más mayores. Los viajes del Imserso van a ser suspendidos durante un mes.

El Consejo de Ministros también decidió cancelar los vuelos comerciales directos entre Italia y los aeropuertos españoles hasta el próximo 25 de marzo.

Cárceles

En las cárceles de las zonas de 'transmisión alta' Instituciones Penitenciarias restringe el acceso a los establecimientos de Madrid, Álava y Logroño, suspendiendo todos los contactos íntimos y permitiendo solo visitas en locutorios con mampara.

Dos decretos ley completaron la batería de este martes: uno para garantizar el suministro centralizado de todo tipo de productos, incluidos los no sanitarios pero que puedan ser de interés para combatir la epidemia, como pueden ser las gafas de protección; y otro en el que se fija que todas las personas en aislamiento preventivo serán declaradas en incapacidad temporal, una situación asimilada a la baja de accidente de trabajo, mucho más beneficiosa para el trabajador.

Estas medidas del martes se suman al primer paquete de choque que el Gobierno aprobó el lunes por la noche, entre ellas el cierre de los centros educativos en la zonas de contagios comunitario, la promoción del teletrabajo en estas áreas más azotadas por el virus o la petición de evitar los «viajes innecesarios».

La decisión del Gobierno de comenzar a limitar las concentraciones humanas menos de 48 horas después de las marchas del 8M ha creado suspicacias. Illa negó tajantemente cualquier intencionalidad. «El cambio de situación se produjo el domingo al anochecer cuando hubo un aumento de casos muy significativo en Madrid y Vitoria. No hay ningún otro condicionante que no sea la protección de la salud pública», garantizó el titular de Sanidad.

Momento crítico

«Esto va a ser duro, esto no va a ser fácil… pero tiene un horizonte», explicó, al tiempo que recordaba el que quizás es el único dato positivo sobre el coronavirus de las últimas horas: 135 personas han recibido ya el alta hospitalaria tras dar negativo a los anticuerpos, aunque deberán seguir en observación domiciliaria.

«Esto va a ser duro, pero tiene un horizonte. Ya hay 135 personas recuperadas» , apunta el ministro de Sanidad

Este segundo paquete de medidas llega en un momento crítico de la epidemia, cuando ya hay 36 fallecidos, 101 personas se encuentran graves en la UCI, las cifras de infectados casi se doblan día a día y los efectos de las medidas de contención puestas en marcha por el Gobierno tardarán días en dejarse notar.

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