Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO

Una Venecia irreconocible intenta recobrar la normalidad

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Jueves, 16 de abril 2020, 13:15

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

REUTERS / EFE
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.
Las calles prácticamente vacías y los canales cristalinos ofrecieron las pasadas semanas una imagen desconocida de la turística ciudad italiana golpeada, como el resto del país, por la crisis del coronavirus. Todavía quedan mucho para que el bullicio de los turistas regrese a la ciudad pero desde el pasado 14 de marzo el Gobierno ha autorizado la apertura de algunos negocios. Una situación que permite a los venecianos ir recobrando la normalidad.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Una Venecia irreconocible intenta recobrar la normalidad