Jorge Guerrero
«Han blindado Mareo haciendo cosas que no son de aquí. Si tuviésemos mando allí, abriríamos todo lo que han cerrado»
Jorge Guerrero (Gijón, 1972) lleva ocho años al frente de la Federación de Peñas del Sporting y casi tres como presidente de Aficiones ... Unidas. Recientemente ha revalidado su cargo en la organización rojiblanca con el apoyo de la asamblea. Con la Concentración de Peñas Sportinguistas a la vuelta de la esquina –se celebrará el sábado en Llanera–, analiza el momento por el que pasa el club.
–¿Qué le llevó a presentarse de nuevo a la presidencia?
–No era el momento adecuado para dejar la Federación.
–¿Qué metas se marca para estos cuatro años de gestión?
–Desde la entrada de Orlegi hay una serie de cosas que se han ido abandonando, como la visita de los jugadores a las peñas, que es lo que más demanda la gente. Mantenemos los Premios Quini junto con EL COMERCIO, hemos arrancado con la Concentración de Peñas, hecho reforestaciones, limpieza de playas, donaciones, turismo deportivo con los equipos visitantes... En los últimos dos años hemos puesto orden en nuestra casa: tenemos a las peñas registradas, con un censo de cuántos son por cada una. Hay un listado con todos los peñistas y tenemos otro tipo de capacidades para seguir empujando.
–¿Qué espera de la concentración?
–La afluencia de todas nuestras peñas y de más aficionados que se quieran sumar. Se ha trabajado muchísimo en el último año, pero aquí influyen un poco los resultados del equipo. La gente tiene un poco de desánimo, pero al final llegará la ilusión. Es un espacio de reunión, intercambio de impresiones, de ver los viajes que se hacen la próxima temporada.
«La afición está tensa, no van a tolerar lo que han tolerado. El Grupo Orlegi ha consumido su crédito»
–¿Qué asistencia esperan?
–La que mayor éxito tuvo fue la de Vegadeo, con cerca de 1.000 personas. Luego bajó en Avilés a unas 700 y subió a 800 en Mieres. En Laviana bajó muchísimo, fue el primer año de Orlegi y nos dejó tirados con todo. Había compromiso del club y no apareció nadie de la entidad. Fue un palo muy grande. Hubo unas 300 personas. El objetivo este año es llegar a 700 personas. Llanera se ha volcado, con el Ayuntamiento a la cabeza. El Sporting ha confirmado su asistencia esta vez. La primera y segunda vez que se hizo, el primer equipo fue a jugar partidos de pretemporada. Después de eso tuvimos que reinventarnos. Entendemos que no vengan, pero no lo compartimos. Hay que seguir haciendo Sporting. Los vecinos que tenemos a treinta kilómetros hacen las cosas mejor que nosotros.
Cambios
–¿Ha cambiado mucho el Sporting?
–En esta temporada, una barbaridad. Ha habido un cambio que me creo. Se han esforzado en estar con la masa social, están haciendo un buen trabajo con las peñas y la Federación.
–¿Cómo es su relación con el club?
–Al inicio no había una relación como tal, no miraban por nadie. No se dejaron asesorar y fue un cambio drástico. No conocían la ciudad ni al asturiano en sí. Les costó. El primer año nos hicimos a un lado y seguimos trabajando. A día de hoy las cosas han cambiado, y no por la situación deportiva. Han entendido la comunidad, lo que es Gijón, el sportinguismo. Estoy muy contento. Lo que me falta es un último empujón para tener en todas las peñas más presencia de los jugadores para que esto engrane. El equipo no subirá nunca si toda la ciudad no está enganchada con el equipo. Tienen que estar todos: afición, jugadores, Ayuntamiento... Todos deben estar unidos. Es algo que veo en el resto, en el Oviedo, en el Elche. Creo que David Guerra está intentado arreglarlo. Esta temporada creo que van a cambiar muchas más cosas.
–La presencia de jugadores en las peñas las regula un protocolo que la Federación se negó a firmar. ¿Ha cambiado la situación?
–Por ese documento han desaparecido muchas peñas. Unas 17. No lo llegamos a firmar. Ahora mismo somos 3.700 asociados, todos registrados con nombres y DNI. El área social del Sporting desapareció, se priorizaron otras cosas como el resultado y el dinero antes que cuidar al aficionado y a las peñas. Ahora la visión es otra. La asamblea de la Federación, donde se tratan todas nuestras decisiones, decidió no firmarlo. Ahora el club ha comprendido la importancia de tener presencia en las peñas, llevar jugadores, acercarlos a los pueblos. Tenemos una relación exquisita con el club. El Sporting ha ido a donde creía que tenía que estar y ha entendido que el movimiento asociativo es importante.
–Costó conseguirlo.
–Según la casuística de cada peña se hace de una manera o de otra. No es lo mismo tener una peña en Vegadeo o en Llanes que en Gijón y ahora entienden esas cosas. Todo ha cambiado muchísimo. David está volcado con las peñas.
–¿Qué nota le pone al club en los social?
–Un siete por el trabajo de los últimos seis meses, y mejorando.
–¿Y en lo deportivo?
–Salvaron la temporada, un cinco.
–¿Cómo nota a la afición con respecto al club?
–Tensa. No va a tolerar lo que han tolerado, va a ser el Sporting de siempre. Somos la mejor afición, pero también muy difícil. El Grupo Orlegi ha consumido su margen. La forma de mejorar es cuidando al aficionado, a la ciudad, al Ayuntamiento. No es cuestión de que se gaste dinero en un jugador, tiene que mirar por sus gradas, escuchar a todo el mundo: a los grupos de animación, la Tribunona, las empresas. Ahí hay que invertir, porque el crédito se te acabó.
–¿Qué expectativa tiene con la campaña de abonados?
–Sinceramente, creo que los precios subirán en sectores que están más bajos. En otros sitios se mantendrán. En Gijón somos de protestar, pero luego sacamos el abono. Esa va a ser la respuesta.
–¿Percibe en la afición temor a que pueda peligrar el futuro del club?
–Totalmente. Solo faltan el Zaragoza y el Sporting por descender. Llevamos coqueteando con este tema varios años, como hizo el Tenerife, que se ha caído. El runrún fuera de Asturias, lo que te dice la gente, es que deberíamos bajar una categoría para volver a subir más fuerza como hizo el Deportivo de La Coruña, el Racing de Santander, el Córdoba, el Málaga, el Burgos, el Castellón... Los equipos que vienen de abajo llegan con otra tendencia, positiva. Veremos cuáles serán nuestros refuerzos. Ahí se verá la apuesta, mantener la categoría o subir.
–¿Qué opinión tiene de la gestión de Mareo en los últimos años?
–No es lo que yo opine, es que es nefasta. Han tardado en entenderlo todo. Creo que va a pegar otro cambio con la entrada de Emilio Gutiérrez y Felipe Vega-Arango. Son gente que entiende esto. Me sorprende que no se hayan dejado asesorar antes, tuvieron que llevarse el palo. Este año veremos cosas mejores. No llegaron a entender ni a los del sanedrín, gente que iba a tomar el café y a ver a los jugadores. Han blindado Mareo, han hecho cosas que no son de aquí. Si tuviésemos mando allí, abriríamos todo lo que han cerrado, que entre luz y aire fresco y no poner muros. Lo que no vale, se cambia.
–¿Va a estar más sensible la afición por tener al Real Oviedo en Primera?
–Lo que va a aumentar son las ganas de ver fútbol de Primera, generando más ingresos al Oviedo. El que es del Sporting, es del Sporting, pero Asturias es muy grande y van a hacer caja. Si tienen la suerte de mantenerse, se nos pone muy difícil. No podemos estar un año más en Segunda porque va a haber una diferencia enorme en todo.
–¿Hay un riesgo en lo social de que se abra una brecha entre los dos equipos?
–Va a ser lógico que muchos niños se hagan del Oviedo. No es lo mismo ver a Mbappé y compañía que a otros jugadores. Inevitablemente va a pasar. Seremos nosotros los que vamos a tirar por ello, los peñistas, los aficionados. Somos los que tenemos que proteger nuestro patrimonio. Los directivos y los jugadores pasan un tiempo en el club, el Sporting permanece.
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