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Riazor rompe el cerrojo del Sporting de Gijón
Un gol del local Barcia en el 88 provoca la primera derrota del equipo, que controló al Dépor hasta la recta final de un disputado partido y que perdió a Nacho Martín tras una polémica entrada de Yeremay
Otra vez un gol sobre la bocina en Riazor, cuando el encuentro ya estaba casi precintado, arruinó a un Sporting de Gijón jabato ... y ordenado hasta el minuto 88. Un equipo que se le hizo bola al Deportivo, avinagrado hasta el solitario tanto de Barcia, nacido de una falta lateral. Ocurrió que fue perdiendo fuelle y piernas con los cambios, abriéndose en canal el choque, pero aún así vendió cara la derrota. La primera de la temporada, con decimales y flacidez en la defensa del gol. Quedó poso de orgullo por el comportamiento del equipo, que terminó con Yáñez echado al monte y buscando rematar dos saques de esquina. Quedó otro regusto de injusticia por el indulto arbitral a Yeremay, que no fue expulsado por una dura entrada que dejó en fuera de juego y lesionado a Nacho. Y también, claro, hubo lunares. Faltó chicha, ocasiones de gol, exigir más al portero Germán. Y volvió a planear la duda sobre la gestión de los cambios y el fondo de armario que hay para poder litigar por los objetivos más ambiciosos. Con todo, el planteamiento enchironó al Dépor hasta el final.
Con Riazor rebosante de aficionados, con más de dos mil sportinguistas en la grada, Garitano meneó los dos laterales. En el diestro, el técnico vasco empujó a Guille al ataque y situó a Kevin tras su nuca. El canterano fue un agente doble. Falso extremo, con mentalidad y aptitudes de lateral, reforzaba al vigués en la zona por la que arreaba Yeremay y se animaba Escudero. También se aupó a la titularidad Pablo García, descabalgando a Diego.
Deportivo de La Coruña
Germán; Ximo Navarro (Comas, m. 75), Loureiro, Barcia, Escudero (Stoichkov, m. 66); Patiño (Quagliata, m. 66), Villares, Mario Soriano; Luismi Cruz (Herrera, m. 75), Mulattieri (Zakaria, m. 59) y Yeremay.
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Sporting de Gijón
Yáñez; Kevin Vázquez, Pablo Vázquez, Perrin, Pablo García (Diego Sánchez, m. 52); Nacho Martín (Mbemba, m. 56), Corredera; Guille Rosas (Gaspar Campos, m. 45), Gelabert (Queipo, m. 84), Dubasin y Otero (Justin, m. 84).
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Goles 1-0: m. 88, Barcia.
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Árbitro Carlos Muñiz. Amonestó en el Deportivo a Villares, Yeremay, Zakaria; y en el Sporting a Otero.
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Incidencias partido disputado en Riazor.
El encuentro resultó un atasco en hora punta en el despertar de la tarde, sobre todo por la organización del Sporting, casi siempre en hora por la faena de presión y el cierre de líneas. Sin Gragera, en la grada por unas molestias de última hora, el Deportivo compartió algo de balón con el Sporting tras el saludo. Era un duelo pendular, jugando con la calculadora los dos equipos, sin apenas tajo para los porteros. Los latidos, en la grada.
Con todo, los de casa fueron creciendo con la pelota, impulsados por el calor de Riazor y el mayor conocimiento del terreno. Pero su circulación, hasta el tramo final del primer acto, era espesa, canina de emoción. Pura retórica frente al orden académico del Sporting de Garitano, cerrado a cal y canto, tendiendo la emboscada para el robo y el ataque. Yáñez se desentumeció un poco con un centro pasado de Luismi Cruz, lanzado por Mario Soriano. El mediapunta madrileño, liviano entre líneas, era un satélite difícil de detectar. No obstante, el once rojiblanco tapiaba bien sus líneas de pase. Guille gritó penalti sin éxito por una mano de Patiño, con el brazo pegado dentro del área local.
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Cerca del descanso, el Dépor apretó. No llegó a perder el Sporting el hilo del plan ideado por Garitano, pero sudó un poco. Pablo García se revolvió bien en un desmarque de Luismi que era cianuro puro. El italiano Mulattieri, en el segundo aviso, remató un córner por encima de la portería de Yáñez. Y Escudero, esta vez sí, dio con el meta en la situación más potable del Dépor. Empaló un centro de Soriano que encontró portería. Yáñez tumbó costillar, estiró la mano y desvió. Ya con el ritmo cansino de antes, una falta de Otero, amansada por Germán, dio carpetazo a la primera mitad.
Los cambios y otro escenario
Garitano cambió el paso en la caseta y el choque se abrió. El entrenador retiró a Guille y metió a Gaspar. Y sin tiempo para que aposentase la inesperada modificación, hubo algo de desenfreno. Palo contra palo. Gelabert, primero, el local Yeremay, después, reventaron la pelota contra el poste. Diego refrescó el lateral zurdo poco después, Yáñez mandó un disparo de Escudero a córner y Nacho tuvo que retirarse lesionado por esa dura entrada de Yeremay, protegido con amarilla de lo que parecía roja, saltando al ruedo Mbemba.
No le sentó bien al Sporting tanta sacudida. Durante un puñado de minutos cedió terreno, se enredó con el balón y el Dépor creció sin ser nunca un vendaval. Corredera, de hecho, dio las luces largas a Germán. Pero el Dépor, con más fondo de armario, seguía renovando y renovando, con el Sporting abrigado por su notable pareja de centrales. Garitano acabó el día con Justin Smith, errático en una peligrosa pérdida y tierno en la defensa del gol, y Queipo, ya sin Gelabert ni Otero. Cuando el equipo se relamía con el punto llegó esa falta lateral de Soriano, un control y arrastre de Barcia, defendido por Justin, y el cañonazo amargo a gol del final.
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