El Sporting de Gijón pide «unidad» y asegura que dispondrá de «músculo» financiero para buscar el ascenso
Guerra se reúne en El Molinón con varios colectivos sportinguistas, que le trasladan sus críticas sobre el modelo Orlegi, y deja claro que Garitano capitaneará el nuevo proyecto. Movilización crítica en la visita del Cartagena
El Sporting pidió este miércoles «unidad» ante la difícil coyuntura que atraviesa el proyecto deportivo del Grupo Orlegi en Gijón, sin que todavía la permanencia en Segunda sea matemática. Lo hizo durante una reunión mantenida a media tarde, en El Molinón, con representantes de distintos colectivos sportinguistas, quienes trasladaron su preocupación por la deriva del club, mostrando su malestar y crítica en muchos aspectos, como la cantera.
Desde el club asumieron los errores cometidos esta temporada, sin entrar en detalles sobre los cambios que se plantean, haciendo autocrítica sobre el trabajo de cantera. También prometieron que el futuro proyecto deportivo contará con «músculo» financiero para optar al ascenso. Al menos para intentarlo con una plantilla de nivel. En ese mismo plano se quiso dejar claro, eso sí, que Asier Garitano será el entrenador del Sporting de la temporada 2025-2026.
En el encuentro, que estuvo presidido por David Guerra, con la asistencia de otros profesionales del club como Carlos Barcia y Carlos Llamas, estuvieron representadas algunas peñas, como Los Guajes, Nuevo Gijón y Sentimiento Rojiblanco. También colectivos muy representativos: Unipes, la Grada de Animación y la Asociación Anselmo López. La Federación de Peñas Sportinguistas declinó la invitación, manteniendo su discrepancia con el protocolo creado por el club, con la ausencia de jugadores en los actos de las peñas, y otras cuestiones.
Ante todo, durante un encuentro que duró algo más de una hora, el club quiso dejar claro que el Sporting no está en venta y que el compromiso del Grupo Orlegi es a largo plazo. Al mismo tiempo, percibieron la existencia de una corriente interesada en propagar falsas informaciones sobre un proceso de venta que, insistieron, no existe. Ni es real. A partir de ahí hubo un cierre de filas desde el Sporting en torno a Garitano, confirmando que seguirá, solicitando «unidad» a los asistentes a esta representación del sportinguismo ante los riesgos que puede entrañar el distanciamiento de la afición del equipo.
Desde la otra parte se respondió con preocupación y críticas por todo lo sucedido, teniendo en cuenta que el Sporting ha estado luchando por no descender a Primera RFEF en dos de los tres años de estancia de Orlegi. También se anunció desde la Grada de Animación, con respaldo de Unipes y de otras peñas, la intención de poner en marcha en el marco de la visita del Cartagena alguna movilización crítica con la gestión del club por el fracaso de la temporada y la falta de identificación con lo que se ve.
A los dirigentes se les pidió recuperar la asturianía en el Sporting Atlético, siguiendo modelos como los del Celta, mejorar en la captación y en poder disponer de una estructura que permita un mejor seguimiento de los talentos de la ciudad y de la región, y también una mayor transparencia para saber en qué consiste realmente el proyecto del Grupo Orlegi para el Sporting. Alineado con José Riestra, David Guerra asumió que el club tiene que mejorar en el modelo de cantera y que habrá una separación entre el Sporting Atlético y el Sporting C. La futura campaña de abonados y el momento del Oviedo también salieron a relucir.
Límites en los salarios
Sobre la actual temporada, el Sporting defendió su creencia en que la plantilla tenía potencial para vivir una situación más desahogada. Eso sí, Guerra asumió que sufren una pérdida de crédito y deslizó, sin mención al intento de renovación de Nacho Méndez y de Olaetxea, que el club tiene unos límites que no puede traspasar.
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