Zaragoza 1-1 Sporting de Gijón: Dubasin salva el experimento fallido de Rubén Albés

Justo cuando el cuarto árbitro mostraba el cartelón de los cinco minutos de tiempo añadido, Campuzano asistió a Jonathan Dubasin para que este fusilara a Femenías. Su gol evitó una derrota en Zaragoza que iba a dar mucho de que hablar. Primero por el experimento de Albés de situar a Kevin Vázquez como central y después por la pésima imagen ofrecida en el segundo tiempo.

Una semana más, el Sporting de Gijón da para lo que da. En este caso para empatar ante un Zaragoza que, al igual que los rojiblancos, naufragan por la Segunda División con la calma tensa de que los de abajo puedan ponerlos en aprietos. Porque lo que es el 'play off' es una misión imposible.

Cuando la situación es crítica o tiene pinceladas de poder serla, los entrenadores suelen realizar experimentos difíciles de entender en busca de soluciones. Si funcionan se suelen apuntar el tanto, si el resultado es malo aparecen las explicaciones que no terminan de resolver las dudas. Y el experimento de situar a Kevin Vázquez como central resulta complicado de entender.

Albés alineó a Guille Rosas, Kevin Vázquez, Róber Pier y Diego Sánchez para formar una línea de cuatro defensas, que se convertía en una línea de tres cuando Guille adelantaba su posición. Hasta tres futbolistas fuera de su sitio. El resultado fue el esperado. Una verbena defensiva que si no llega a ser por Yáñez hubiese terminado en una goleada encaja ante un rival que se encontró ocasiones ante la pasividad rojiblanca.

Complicado de explicar también es el cambio de imagen del equipo. De firmar un partido más que digno ante el Almería se pasó a mostrar una debilidad más típica de un grupo rendido que de una plantilla que confía en llegar vivos al final de la temporada. Vivir en tierra de nadie será la causante de haber visto a un grupo de jugadores sin confianza y sin carácter sobre el terreno de juego.

Tan solo Dubasin, el de siempre, con la ayuda de Campuzano, que salió para suplir a Caicedo, le pusieron algo de picante a los escasos ataques del Sporting. En uno de ellos llegó el empate. Y a los dos minutos, con los mismos protagonistas, se produjo una jugada en la que Dubasin devolvió la asistencia a Campuzano para completar la remontada. El delantero no estuvo acertado y erró, en la última acción del choque, un disparo que desvió Fmenías a saque de esquina.

Sin quererlo, el Sporting estuvo cerca de remontar un partido que mereció perder. La primera parte fue incluso hasta divertida, pero tras el descanso los hombres de Albés se vinieron abajo. Todo ello tras encajar el gol inicial y después de que el preparador intentara corregir su plan inicial incluyendo a Pablo García en el lateral izquierdo y devolviendo a la defensa una estructura reconocida. Nadie supo reaccionar.

La temporada está finiquitada. Es difícil de aceptar y de digerir, pero tras el partido en Zaragoza, resulta imposible creer que el Sporting puede remontar lo que nunca Nadia ha podido hacer. Resulta desesperante y frustrante ver los partidos del equipo de Albés. Ni caos ni acierto ni victorias.

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